El fiscal de Homicidios Gastón Ávila dispuso este miércoles que la oficial de Policía que asesinó a Maximiliano Lucero al mediodía en Nuevo Alberdi quede en prisión preventiva igual que su pareja, ambos en el ORDER, la cárcel de 27 de Febrero y Las Palmeras.

La mujer policía –cuya identidad no fue suministrada, solo sus iniciales, A. O.– enfrenta ahora un proceso judicial que la acusa de haber disparado a quemarropa con su pistola reglamentaria contra el hombre de 32 años, como desenlace de una discusión que éste sostenía con su marido, D. S., en la vereda de Matheu al 3400, en el extremo noroeste de la ciudad. El motivo de la discusión habría sido la disputa por una garrafa de gas.

Lucero recibió un balazo en la frente que le atravesó el cráneo. Agonizó hasta la hora 19, cuando falleció.

La policía y su pareja fueron demorados inicialmente en la comisaría 10ª, bajo supervisión de la Agencia de Control Policial, mientras personal de Gendarmería secuestró sus teléfonos celulares, y el arma reglamentaria de ella utilizada para el crimen quedó en poder de efectivos del Comando Radioeléctrico.

Detienen a policía que asesinó a un vecino en Nuevo Alberdi #shorts

Luego de aplicar el dermotest a ambos, y conocido el deceso de Lucero en el Hospital Eva Perón, donde no pudieron salvarle la vida, Ávila dispuso el traslado de ambos acusados al ORDER. Mientras tanto, la vivienda de la oficial acusada quedó custodiada por numerosos agentes ante la probabilidad de que fuera blanco de la indignación que se apoderó del vecindario ante el asesinato.

Dolor de madre

Luisa Pourpour es la madre de Maximiliano Lucero, asesinado por esta policía que reside en el mismo barrio que ellos. Ayer corrió desesperada hasta la escena del crimen y brindó un desgarrador testimonio que involucró a la acusada no solo en el homicidio sino también en actividades ilegales.

Por la noche, unas horas después de saber que su hijo no sobrevivió, publicó en Facebook:

"Por qué tanto odió por qué tanto desprecio por la vida de los más pobres por qué por qué quisiera que el ministro de Justicia me lo explique en mí cara y delante del cajón de mí hijo Maximiliano Andrés Lucero, por qué una empleada de la fuerza policial me lo mató. Por qué? Por ser pobre, por ser villero. Vuelvo a preguntar por qué, si yo, que soy nadie, sé que esta asesina no puede portar un arma reglamentaria. Quiero justicia, basta de impunidad, basta de gatillo fácil. Quiero que le hagan una rinoscopía, porque consume drogas. Por favor, pido justicia por una vez hagan las cosas bien, por Dios. Basta de muertes".