La seguidilla de homicidios resonantes que se produjo en el último mes, donde se destacaron la muerte de Nahuel Ciarrocca, Fabricio Zulatto y Héctor Villarruel, provocó que el ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, le solicite al gobierno nacional aumentar la cantidad de agentes federales para reforzar la prevención en la ciudad de Rosario.

El pedido del funcionario provincial fue similar al que se realizó en 2014 y 2015, cuando la tasa de homicidios se incrementó exponencialmente en la ciudad más poblada de la provincia. Sin embargo, la estadística expone que la llegada de Gendarmería a Rosario no provocó un descenso considerable de la cantidad de crímenes, más allá de la percepción que pueda experimentar la población. 

El 2013 fue el año en el que más homicidios se registraron en la región: hubo 271 muertes violentas en el departamento Gran Rosario y 225 en la ciudad. Según el informe del Ministerio Público de la Acusación de la Provincia de Santa Fe, la tasa de homicidios cada 100 mil habitantes llegó al 21,8 % en dicho período, superando ampliamente las cifras anuales anteriores.

La tendencia en años anteriores venía en alza pero sin lograr un número significativo con el promedio que mantenía la región.

Distribución de las víctimas de homicidios por año – Departamento Gran Rosario – 2003/2014:

AñoNúmero de VíctimasPoblación estimadaTasa de homicidios cada 100000 habitantes
2003124112937911
20049011344247,9
200511111396299,7
20068911450017,8
2007116115054510,1
2008121115627110,5
2009124116218410,7
201011912181899,8
2011167122556113,6
2012184123301714,9
2013271124049521,8
2014255124796620,4

Fuente: Ministerio Público de la Acusación de la Provincia de Santa Fe

Debido a la creciente ola de crímenes en la ciudad, que incluyó varios homicidios relacionados con la disputa de territorio entre bandas narcocriminales, el por entonces ministro de Seguridad de Santa Fe, Raúl Lamberto, le solicitó al gobierno nacional que agentes de la Gendarmería Nacional llegaran a la región para contribuir en la lucha contra el delito y el narcotráfico.

El pedido del funcionario provincial fue aceptado por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, generando que en abril de 2014 unos dos mil agentes de Gendarmería y Prefectura desembarcaran en Rosario para pacificar los barrios más "complejos" de la ciudad. Las fuerzas federales intensificaron controles y se quedaron por más de ocho meses patrullando las zonas conflictivas.

A pesar de la presencia de la fuerza federal, que se complementaba con la suba de policías santafesinos en la zona, los índices de homicidios no bajaron de forma considerable. Entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2014 se registraron 255 víctimas de homicidios en el departamento Rosario y 207 en la ciudad.

El 2015 no tuvo demasiados cambios en la cifra de hechos violentos que se registraron en el primer trimestre del año, ocasionando un nuevo desembarco de Gendarmería en Rosario. Esta vez, el ex secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, y el ex gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, acordaron que 600 efectivos permanecieran en la ciudad. Las fuerzas de seguridad federales realizaron los “operativos de saturación” en las zonas de Villa Banana, Tablada, Las Flores y La Cerámica. Luego se agregaron Ludueña, Santa Lucía, La Bombacha, Fisherton, Pichincha, Echesortu, Belgrano, Alberdi y el área central a ese dispositivo.

Ante el mismo problema, la misma solución e igual resultado. Según los datos oficiales del Ministerio de Seguridad de la provincia, durante 2015 hubo 224 homicidios dolosos en el Gran Rosario (no se cuentan las ciudades del cordón industrial, ubicadas en el departamento San Lorenzo), apenas 30 menos que el período anterior.

A más de dos años de la primera llegada de Gendarmería a la provincia, el panorama no parece haber cambiado demasiado, demostrando que las políticas aplicadas a corto plazo no han sido tan efectivas. Sin embargo, la fórmula parece ser la única válida en materia de seguridad, ya que el gobernador Miguel Lifschitz espera con ansias el inminente refuerzo de fuerzas federales para el territorio provincial.

En dos años, desfilaron por la ciudad miles de gendarmes y policías santafesinos (que fueron creciendo en números tras la declaración de Emergencia en materia de Seguridad a finales del 2012), buscando una solución a la inseguridad, que mientras no se analiza un plan B, dejó casi 500 muertes violentas en la región.