La fiscal Valeria Haurigot pidió este martes 2 años de prisión condicional y 4 años de inhabilitación para ejercer cargos públicos a una funcionaria municipal a quien se le descubrió que puso en aviso al entorno de una organización criminal que iba a ser objeto de allanamientos en su territorio, el barrio Nuevo Alberdi. Fue la audiencia preliminar que se desarrolló en el Centro de Justicia Penal, con la imputada en libertad, Carolina Alegre, de 50 años, ex coordinadora de la Secretaría de Desarrollo Social para el Distrito Norte, actualmente acusada de los delitos de “violación de secreto oficial en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público en calidad de autora”.

Ante el juez de primera instancia Florentino Malaponte, la fiscal formalizó la acusación contra la funcionaria, a quien se le probó haber llamado por teléfono el 10 de junio de 2020 a Beatriz Gunsett, una referente de aquel barrio del norte rosarino, responsable de un comedor comunitario, que en febrero pasado resultó condenada por asociación ilícita.

¿Quién es Gunsett? La madre de Tania Rostro, una mujer que purga condena en prisión por 16 años, como líder de una banda que manejaba el narcomenudeo en sectores de Nuevo Alberdi, Cristalería y Fontanarrosa, y prodigaba violencia callejera según sus órdenes, y en forma de asaltos a mano armada, amenazas, y usurpaciones de vivienda con métodos mafiosos.

La imputación de Haurigot sostiene que Alegre, “como integrante del Área de Desarrollo Social de la Municipalidad de Rosario, tuvo acceso directo o mediato, a través de allegados a su repartición gubernamental, a información reservada y protegida por secreto oficial, obtenida de diversas causas penales”. Información que miembros del MPA compartieron con el municipio en las llamadas “mesas de seguridad”.  

De esa manera, la coordinadora municipal le sugiere a Gunsett que necesitan “hablar de Nuevo Alberdi, de los comedores del barrio, ya que hay una movida y posibles problemas". 

Lo que sigue es la transcripción de esa conversación:

C.A. —"No te puedo contar por aquí, pero tenemos que hablar. Tengo que hablarte de Nuevo Alberdi. Porque se viene toda una movida con el barrio, para que después lo hables con tu cercanía (SIC) Después yo te voy a contar bien. Salió en una mesa de Seguridad entonces, pero yo para ponerlos en aviso. 

B.G. —¿Pero es malo? 

C A—Y… Después te escribo. Por acá no te puedo hablar.

B G—¿¡Pero no van a suspender los comedores?! ¿Qué van a hacer? 

C A—No, no, no, no, no, no, nada…

B G—Porque la gente me lincha…

C A—No, no, no, no, no, no, no, no, no, pasa por otro lado, pasa por otro lado. Están mirando todo y tienen direcciones, tienen todo. Entonces tienen que tener ojo. 

B G—Sí, pero yo gracias a Dios acá… la gente habla mucho al pedo, todos los días vienen a colaborar al comedor, no hay nada raro. Siempre me han querido boicotear de donde bajan los comedores. La misma policía que pasa el informe a Seguridad Comunitaria. Pero yo tengo la gente que viene a trabajar al comedor y ve lo que uno hace y deja de hacer. Si hay algo malo que se haya comentado tienen que llamarme y preguntarme a mí. 

Archivo adjunto del audio difundido por el Ministerio Público de la Acusación: