Joaquín Pérez fue asesinado, el martes pasado por la noche, con dos armas diferentes: una pistola calibre 40 milímetros, hallada en el auto de la víctima, y un revólver calibre 38.

Según se desprende de la investigación, el cuerpo del joven tiene dos orificios de arma de fuego en el tórax (uno de entrada y otro de salida) y otro en la ingle; es decir dos disparos de distintas armas.

Hasta el momento, la principal hipótesis del hecho que maneja la Fiscalía es la del robo y una posible resistencia del muchacho.

El Renault Clio que le robaron a Pérez y que los delincuentes dejaron abandonado, continúa secuestrado y fue llevado a la sede de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) donde será peritado en busca de huellas o rastros.

También será sometida a pericias la pistola que los delincuentes dejaron en el vehículo y que tiene su numeración visible.