Que a Luis Paz lo quieren matar es la única certeza en el nuevo episodio que lo enfrenta a Los Monos. Luego del informe de Inteligencia de la Policía Federal donde alertaba a la Justicia sobre un plan para asesinarlo con una granada en su celda del penal de Coronda, el Servicio Penitenciario dijo que fue anoticiado por un oficio judicial sin los detalles que publicó la prensa y que el posterior traslado a una cárcel federal en Buenos Aires no respondió al malogrado intento de asesinato sino a una cuestión burocrática preexistente.

Paz, quien fue procesado por ser "jefe de una organización dedicada al tráfico de estupefacientes" y "lavado de dinero de origen ilícito", ingresó a Coronda el 12 de diciembre y permaneció por ocho días hasta que el Servicio Penitenciario de Santa Fe lo trasladó al complejo federal Nº 2 ubicado en Marcos Paz.

Ese puñado de días fue movido dentro de Coronda cuando la noticia de que el viejo Paz estaba alojado. El día posterior al ingreso, la Policía Federal interceptó un diálogo donde un interno del penal de Resistencia, Chaco, -unidad donde estuvo Guille Cantero, líder de Los Monos, hasta octubre- hablaba con un preso en Coronda, a quien le propone un millón de pesos por liquidar a Paz con una granada que le iban hacer llegar.

Los dos días posteriores continuaron las instrucciones, la logística, un tercero y hasta una casa que se sumó a la recompensa, todo atado a que Luis Paz muera. “Tiene que toser”, usaron como eufemismo para referirse a su muerte. Si todo salía bien, “Anteojito” hablaría con ellos. Anteojito no es más que Guille Cantero.

El informe ingresó a la justicia federal quien envió un oficio al Servicio Penitenciario para alertarlo. Un día después, Paz fue trasladado a Buenos Aires. Sin embargo en este punto se generan las versiones encontradas.  

El Servicio Penitenciario, en palabra del subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Juan Martínez Saliba, aclaró que no se lo trasladó por el presunto plan criminal. Incluso dijo que apenas fue anoticiado por la Justicia pero que igual estaba resuelta su reubicación.

“El traslado a una unidad federal se debió porque es una causa federal” y como todo preso de ese fuero debe estar en una cárcel semejante. Lo cierto es que Santa Fe tiene cupo para 50 presos federales transitorios pero alberga a 650, y fue Paz el que rápidamente obtuvo el trasladado.

Luego, el funcionario insistió que el motivo no fue el presunto plan, el cual vale remarcar que contó con acceso libre de telefonía celular por parte de los internos. “Esto (el detalle del plan) fue un trascendido. A nosotros no nos anoticiaron de que hay un trabajo de investigación, sólo venimos a explicar sobre trascendidos que se dieron en la pública a través de los medios de comunicación. No es que hubo una comunicación a los fines de prevenir esta situación. No obstante el control siempre se da y también los trabajos de prevención por ejemplo de elementos no permitidos”.

En rigor, dice que estaba garantizada la seguridad de Paz. "Los niveles de seguridad fueron los adecuados y, más allá del presunto plan, se actuó bien. 

-¿No avanzaron sobre el interno que tenía el presunto celular?, preguntó un periodista.

- No tenemos un nombre en particular. Sólo tenemos un apodo, respondió como forma de dejar en claro que no tienen detalles de esa investigación que se publicó en un diario local. Según el funcionario, el oficio judicial solo advertía que el interno Paz “correría riesgo” –en potencial- de vida.