Dos argentinos resultaron heridos este jueves en el atentado de Barcelona, informaron fuentes oficiales de la Cancillería en Buenos Aires a la agencia Télam. Según las fuentes, los heridos son Cristina, una mujer de 67 años que tuvo lesiones en una pierna y en la cintura, y Pablo, un hombre de 36 años que sufrió contusiones menores y fue dado de alta tras un breve paso por un hospital.

La mujer se encontraba de vacaciones en la ciudad junto a su esposo, quien resultó ileso, mientras que el joven es un argentino residente en Barcelona. "La señora tiene fractura de fémur y de pelvis; hay un funcionario que está en el hospital con ella y su marido, esperando a que sea operada", dijo el cónsul argentino en Barcelona, Alejandro Alonso, a Télam.

La Cancillería difundió también los números de teléfonos para solicitar información relacionada con los argentinos que pudieran estar afectados por el atentado. Entre las 9 y las 20, se podrá llamar la teléfono fijo 011 4819 7885, en tanto, luego de las 20, estarán disponibles los celulares 11 (15) 44113057 y 11 (15) 62717291.

Historias compatriotas

Barcelona es una de las ciudades predilectas de los argentinos, quienes la eligen para residir en gran cantidad. Es, de hecho, la ciudad de España en la que residen más argentinos, alrededor de 13.500, según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de ese país. Varios de ellos relataron sus vivencias y temores durante una jornada marcada por el terror, tras el atentado de este jueves por la tarde donde dos personas a bordo de una camioneta atropellaron a decenas de personas causando 13 muertos y más de 100 heridos, en pleno centro de la ciudad más visitada de España.

El bonaerense Manuel Valle, quien vive en Barcelona hace 12 años y que horas antes pasó por la zona del ataque, contó que comenzó a caminar hacia su casa, en el barrio de Gracia, y se sorprendió por encontrarse "con la ciudad desierta". "Es raro, al principio no entendía bien que pasaba. En estos días se celebran las Fiestas de Gracia, y estamos en agosto: verano por acá y donde todo está siempre lleno de turistas. Es desolador ver la ciudad vacía", agregó.

Las Fiestas de Gracia es una fiesta popular celebrada en el multiétnico barrio barcelonés que cada año, a mitad de agosto, transforma por completo a una de las zonas más populares de la ciudad Condal.  Sin embargo, por los tres días de duelo declarados por el gobierno catalán tras el atentado, la fiesta fue temporariamente suspendida.

Según Valle, de 41 años, oriundo de Morón y con dos hijos catalanes, "todos en algún punto sabíamos que podía llegar a pasar acá en Barcelona. Lo veías cuando a veces, de un día para el otro, encontrabas en el subte policías armados hasta los dientes, con ametralladoras. Así que quiero imaginar que deberían tener alertas o algo". "En los meses anteriores, cuando tomabas el subte siempre sentía que a muchos nos invadía una especia de paranoia y desconfianza. Yo me obligaba a distraerme pero ahora va a ser más difícil", confió Valle.

Entretanto, el también argentino Diego Otamendi aseguró que permaneció durante varias horas encerrado y escondido en su local de tatuajes frente a La Rambla de Barcelona y cercano al popular y turístico mercado de La Boqueria. El local comercial de Otamendi albergó a otros paseantes por temor a que los dos atacantes armados que conducían el vehículo vuelvan a sembrar el terror en el corazón turístico de la capital de Cataluña, según les informó la Policía local.

"Mi local está a diez metros de donde se frenó la camioneta. No vi nada porque estaba trabajando pero salí ni bien escuché un gran estruendo y gritos. Enseguida vi una estampida y decenas de cuerpos en el suelo. Esto es horrible", confió Otamendi. Tras cerrar un perímetro de seguridad, los agentes le pidieron a los comerciantes que bajaran sus persianas y evacuaron el mercado de La Boqueria para evitar que los dos atacantes se parapetaran en sus interiores. 

Según el joven argentino, quien logró reconstruir lo sucedido con testimonios de la decena de paseantes que se escondieron en su negocio, la camioneta llegó en dirección de Plaza Cataluña por la calle Pelayo para después de 200 metros subir a la vereda de La Rambla, un bulevar turístico perpendicular al mar, atropellando a decenas de personas.

Florencia Perlo, una argentina que vive hace casi 13 en Barcelona, "a cien metros de lugar, contó que al salir de su casa a las 16:45 comenzó a caminar y a los cinco metros "se me vino encima una avalancha de gente corriendo y gritando". "Cambié el rumbo y me uní al grupo de gente con rostros desencajados, pero no me daba cuenta de qué ocurría, hasta que intenté volver a La Rambla unas cuadras después para tomar el subte y me topé con la Policía y gente herida en el piso", ajustó la mujer de 34 años.

Florencia hizo este relato desde "un local, a donde la Policía pidió a los ciudadanos en la zona que se refugien. Somos muchos, afuera hay caos, helicópteros, policías uniformados y civiles... es muy triste, realmente muy triste".

El "ataque terrorista" en Barcelona, tal como lo definieron las autoridades españolas fue reivindicado por el grupo yihaidtsa Estados Islámico (EI) y recibió una rotunda condena por parte de la comunidad internacional.

(Télam)