El cura Juan Viroche, quien había realizado varias denuncias contra el narcotráfico en la zona de la localidad tucumana de La Florida, fue encontrado este miércoles ahorcado dentro de la capilla a su cargo y se investiga si se trató de un crimen o un suicidio, informaron fuentes judiciales y policiales.

La causa quedó a cargo del fiscal Diego López Ávila, quien dijo que "todo indicaría que se trató de un suicidio", mientras que el fiscal general ante la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, Antonio Gómez, que investiga el tráfico de drogas en la región, afirmó que es "inconcebible" que el sacerdote se haya matado.

"No soy profeta de calamidades pero esto está poniéndose muy feo", había escrito días atrás el propio Viroche (47) en su muro de Facebook.

Según las fuentes, el cura fue hallado muerto en la mañana de este miércoles, colgado de una escalera, dentro de la sacristía de la Parroquia de Nuestra Señora del Valle, ubicada en La Florida, unos 70 kilómetros al este de la capital tucumana.

"En el lugar donde esta persona fallece no había signos de violencia. Tenía una puerta que estaba cerrada y trabada por el lado de adentro con un mueble. Las otras aberturas que hay estaban todas cerradas desde adentro", explicó el fiscal López Ávila.

Para el instructor judicial de la causa, "no hay indicios de violencia en su cuerpo o algo que haga suponer que podría haber tenido algún tipo de altercado con alguien" y "tampoco hay signos de que el cuerpo del sacerdote haya sido izado para simular un ahorcamiento".

Sin embargo, hasta la noche del miércoles ninguna autoridad judicial ni policial se refirió públicamente a los resultados preliminares de la autopsia al cuerpo de Viroche, quien según sus allegados, se había mostrado preocupado en los últimos días ya que había recibido amenazas a raíz de sus constantes denuncias contra narcos.

En tanto, poco después del hallazgo del cuerpo se conoció un video grabado recientemente en el que cura se dirigía a un grupo de chicos de La Florida: "Son niños de nuestro pueblo, de nuestra comunidad. Van a la escuela Juan Bautista Bascari, y es un orgullo para nosotros. Cuando se quiere, se puede. Porque se puede decir no a la droga, no a la prostitución, no a tantas cosas que nos duele. Tenemos esto, a nuestros niños que son sagrados."

La muerte de Viroche generó una gran consternación en esa humilde comunidad, donde el sacerdote era muy querido por los vecinos, que esta tarde realizaron una multitudinaria marcha de silencio para reclamar por el esclarecimiento del hecho.

Durante la manifestación, la mayoría de los presentes, entre ellos, Nilda, la tía de Viroche, dijeron creer que no se trató de un suicidio. "Era un sacerdote que se caracterizó siempre por la defensa de los jóvenes, por la lucha contra el narcotráfico, había pedido al arzobispo su traslado de la parroquia por estas amenazas y hoy vemos esto que lamentablemente se podría haber evitado si se hubiesen tenido en cuenta todos sus temores", dijo a la prensa el fiscal federal Gómez. Y afirmó: "Por eso, pensar en un suicidio me parece inconcebible."