La Policía justificó su accionar durante el cortejo fúnebre de Kevin Aguirre, un joven de 16 años que fue asesinado en una moto tras una discusión, en el que tras irrumpir con 15 patrulleros golpearon y dispararon sobre los presentes y se llevaron detenido a Michelle Pereyra, primo de la víctima y testigo clave del crimen. Según la versión oficial, los efectivos intervinieron al detectar a tres personas que acompañaban el cortejo en moto realizando disparos al aire en la esquina de Junín y Perú, en la zona oeste.

Según lo informado por el Ministerio Público de la Acusación, personal de la Policía de Acción Táctica comenzó una persecución contra los tres individuos y logra detenerlos. Uno de ellos, Michelle, recibió una herida en el pie, por lo que fue internado en el Heca donde se encuentra fuera de peligro. Desde Fiscalía anticiparon que el joven será imputado por tenencia de arma de fuego, al encontrársele un revolver calibre 22.

Sin embargo, referentes de organizaciones sociales que estuvieron presentes aseguraron a Rosarioplus.com que se trató de una “cacería de golpes, balas de goma y de plomo a los familiares de Kevin y Michel y a militantes de derechos humanos”, y denunciaron que “alrededor de diez familiares de los chicos quedaron llenos de perdigonazos en sus piernas y espaldas”.

Asimismo, advirtieron que los médicos de la guardia del Hospital Carrasco, a donde Michelle fue trasladado en primera instancia, detallaron a la madre del joven que además del disparo en el pie, tenía la mano quebrada.

Desde el MPA apuntaron que este sábado por la tarde se estaban tomando declaraciones a testigos del hecho, y que se elevará un informe a la Unidad de Corrupción y Violencia Institucional de la Fiscalía para evaluar accionar de personal interviniente en el hecho. Interviene el fiscal Granato de la Unidad de Flagrancia, en colaboración con el fiscal Pinto de Homicidios, quien lleva la investigación de por el homicidio de Kevin.