A principios de agosto, en uno de los tantos atentados vinculados a la organización criminal conocida como los Monos, desconocidos en moto balearon el edificio del Centro de Justicia Penal de Mitre al 2800. La respuesta del gobierno provincial fue instalar un cerco perimetral en un intento por evitar nuevas amenazas. En principio, en el barrio vieron con buenos ojos la medida pero, con el correr de los días, notaron que el cerco alteraba la dinámica de la zona. Entre los más afectados: estudiantes y docentes del del Instituto Superior Nº 28 Olga Cossettini, ubicado muy cerca de allí, en Sarmiento al 2900.

"Al principio intentamos adaptarnos, pensamos que era una cuestión circunstancial, pero después nos dimos cuenta de que se van a seguir haciendo juicios y esto se puede llegar a repetir", advirtió Andrea Monserrat, rectora de la institución de educación terciaria. "Comenzamos a notar una baja concurrencia de alumnos, sobre todo a la noche", añadió en diálogo con Rosarioplus.com.

Representantes de ese establecimiento educativo participaron este lunes de la reunión de la comisión de Seguridad del Concejo, en un intento por visibilizar los problemas que le genera a la comunidad educativa el cerco perímetral instalado en torno al Nuevo Centro de Justicia Penal luego del atentado del 4 de agosto.

Según indicaron, los alumnos que cursan en el turno noche y salen a las 23, se ven obligados a caminar dos o tres cuadras por la zona para poder tomarse alguno de los colectivos que desvían su recorrido o sus propios automóviles. "Dentro del cerco perimetral está todo bien, el problema es cuando se alejan y tienen que caminar solos por la zona", remarcaron.

En la reunión también participaron representantes del centro de estudiantes que plantearon el problema de la falta de información. "Cuando hay actividad relacionada a la causa de los Monos, el cerco se extiende dos cuadras más, esto hace que el colectivo se desvíe antes y nosotros nos enteramos en el momento", explicó Mauricio Giordano, vicepresidente del espacio estudiantil. Además, el alumno planteó algunas situaciones que se generan con el personal de seguridad de los puestos de control. "Tuvimos algunos casos en los que la policía no le creía a los alumnos que se dirigían hacia el Instituto y los terminaban escoltando hasta la puerta", puntualizó.

Desde la institución las autoridades aclararon que estaban enterados de los casos: "Hay que destacar que no hay maltrato policial y siempre se comunican de una manera respetuosa, pero los controles que hacen son por portación de rostro y que decidan acompañar a algunos chicos hasta la puerta genera cierto malestar", sostuvo Monserrat. 

Entre los concejales presentes, estuvieron el presidente de la comisión, Gabriel Chumpitaz, su compañero de bancada Roy López Molina y los concejales de Ciudad Futura Pedro Salinas y Eduardo Trasante, además de la edil del Frente Social y Popular Celeste Lepratti que fue quien convocó a los afectados al Palacio Vasallo.

"Lo que más nos alarmó fue que el operativo de seguridad nunca fue consultado ni informado a la institución y tampoco a los comercios ni vecinos de la zona", indicó Salinas. "Este jueves vamos a convocar desde el Concejo a una reunión entre los representantes de la comunidad educativa y del Ministerio de Seguridad, para buscar juntos una forma de solucionar el problema, creemos que la restricción a los colectivos por la posibilidad de que se realicen disparos desde arriba de una unidad es excesiva", señaló.

"Nosotros propusimos distintas alternativas, entre ellas que se autorice la circulación de los colectivos, pero también propusimos mejorar la comunicación del operativo para que los alumnos y los docentes estén informados antes de llegar", expresó la rectora. "Hay que destacar que cuando termine el juicio a Los Monos, el Centro de Justicia Penal va a seguir trabajando y que estos operativos se pueden llegar a sostener en el tiempo, por eso queremos buscar alguna manera para que esto no afecte el funcionamiento del instituto", concluyó.