Una mujer fue hallada muerta este lunes en la habitación de un hotel céntrico. La victima yacía sumergida boca abajo en el yacuzzi  y con su cuerpo ensangrentado. Las primeras versiones sostuvieron que quien había fallecido era un hombre, situación que fue desmentida después por la Fiscalía, que investiga las causas de la muerte y si finalmente se trató de un femicidio.

Según manifestaron fuentes del hotel, la mujer se alojó junto con su pareja desde el miércoles, en vísperas del fin de semana largo, en la habitación 801. Este lunes debía hacer el check out a las 10 de la mañana, pero no se presentaron ante la consejería del hotel.

Pasado ese horario, el personal comenzó a llamar a la habitación sin tener respuesta alguna. Fue entonces que la gerenta a cargo ordenó al personal de limpieza que ingresara al cuarto donde se encontraron con un macabro escenario: la mujer estaba muerta, sumergida en el yacuzzi y bañada en sangre. Además se sentía un fuerte olor a putrefacción. En la habitación no se encontraron signos de violencia pero sí de consumo de distintos estupefacientes.

Según manifestó el Fiscal Spelta a su llegada al lugar, “no se encontraron signos de violencia, por lo cual no es fácil afirmarlo ya que el cuerpo tiene signos de putrefacción avanzada por lo cual se determinará esta situación tras la respectiva autopsia que se practicará este martes”. En tanto los médicos de policía aseguraron que el deceso podría datar de 36 horas, cuando la víctima fue vista por última vez por el personal del hotel.

En cuanto al acompañante de la mujer, Spelta señaló que los únicos datos son los que quedaron registrados en el hotel y que por obvias razones de la investigación no puede dar mayores precisiones. Según especificó, no hay testimonios de cómo ni cuándo esta persona se retiró del hotel, pero esperan dar con más datos una vez que evalúen las cámaras de seguridad del lugar.   

La pareja es oriunda de la ciudad de Buenos Aires y pagó con trasferencia bancaria y efectivo. En el cuarto se encontraron la ropa y documentación de la víctima, no así objetos personales del hombre.