“Podría haber sido un desastre”, dice un vecino de la zona. La forma de conjugar el verbo consuela: pudo pero no fue peor dentro del infierno que ya se vive en Empalme Graneros. Es que este jueves, cuando aún no había terminado de irse el sol y los Gendarmes empezaban a vivir su cotidianidad, hubo un nuevo ataque a balazos, esta vez, contra un local que vende garrafas. De milagro no hubo heridos, ni muertos, ni explosiones. 

Empalme Graneros: llegaron los Gendarmes pero igual hubo balacera

El hecho ocurrió en Atacalco al 6000, a la altura de calle Garzón. En el lugar secuestraron cinco vainas servidas y sobre la fachada del local atacado se vieron al menos tres impactos de arma de fuego. 

Empalme Graneros: llegaron los Gendarmes pero igual hubo balacera

El ataque a tiros se registró tras la llegada de la Gendarmería Nacional al barrio, tras el asesinato de Máximo Gerez y los posteriores saqueos y amenazas. Los agentes fueron destinados por el gobierno nacional para pacificar los rincones más calientes de Rosario.