Aunque parezca forzado, Guido Andrada y Matías Messi tienen cosas en común. Los dos son "familiares de". El primero es hijo del histórico sindicalista Marcelo "Pipi" Andrada, al frente del Sindicato de Recolectores y Barrido de Rosario, y muy cercano al líder de la CGT, Hugo Moyano. El otro es uno de los hermanos del, para muchos, mejor futbolista del mundo. Los dos fueron arrestados por tener un arma de fuego encima. Y a los dos la Justicia local los imputó por el delito de "portación ilegítima de un arma de guerra". Sin embargo, el devenir judicial fue distinto en uno y otro caso.   

La imputación de Andrada (21 años) ocurrió este lunes por la mañana en una audiencia celebrada en el Centro de Justicia Penal. Lo arrestaron el viernes por la tarde cuando manejaba su Honda Civic por las calles Juan B. Justo y Campbell. Efectivos del Comando Radioeléctrico lo requisaron a él y a su compañero. A Andrada no le encontraron nada. A su amigo, Sandro Maidana, sí. En el bolsillo de su campera tenía una pistola automática Tanfoglio calibre 9 milímetros con numeración a la vista y 15 cartuchos en el cargador y uno en la recámara.

Los dos fueron detenidos y encerrados de forma provisoria en una celda de la Jefatura de Policía, en Ovidio Lagos al 5500. El abogado de Andrada, Jorge García Cupé, dio por sentado que su cliente sería liberado tras la audiencia imputativa. El joven no cuenta con ningún antecedente penal (sí su compañero, el portador del revolver) y el arma no estaba en su poder. Sin embargo, por pedido del fiscal Iván Enriquez, a cargo de la investigación, el juez Florentino Malaponte le dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de 90 días.  

"Un solo día de prisión preventiva es exagerado en este caso. El juez tomó una decisión muy atada de los pelos", se quejó el letrado en diálogo con Rosarioplus.com. Por su experiencia, si Andrada tuviese otro apellido, otra habría sido la resolución de Malaponte. "Si se apellidase García o Rodríguez ya estaría en libertad, no tengo dudas", sentenció. Y agregó: "Me pareció sugestivo que el fiscal mencionase que es hijo de un sindicalista y que en su Facebook tenía fotos con Moyano, como si fuese algún tipo de prueba de algo".

El caso Messi, igual pero distinto

El 1 de diciembre de 2017, Matías Messi (35 años) fue hallado a la madrugada en una embarcación a la deriva en el río Paraná, a la altura del Club de Pescadores, a 35 kilómetros de la zona sur de Rosario. Estaba durmiendo en una bolsa de dormir con una herida en la zona de la mandíbula. La lancha estaba llena de sangre. La policía encontró una pistola calibre 380 en el piso de la barca.

Messi fue derivado a un sanatorio privado donde le realizaron una cirugía por un “traumatismo facial grave”. Al mismo tiempo, el fiscal José Luis Caterina lo imputó por el delito de portación de arma de fuego de guerra. No era la primera vez que le encontraban un arma en su poder. El 4 de octubre de 2015 efectivos de Gendarmería le secuestraron una pistola calibre 22 en la guantera de su Audi A5.

El juez Juan Andrés Donnola dictó una prisión preventiva por un lapso de 23 días que terminó cumpliendo en su domicilio al salir del hospital. Matías Messi no pasó ni un día preso por reincidir en el delito de portar un arma de forma ilegal. 

Ya recuperado de la operación asistió junto a su padre Jorge a una audiencia en la que fue liberado tras desembolsar 2 millones de pesos, con la obligación de presentarse cada 15 días ante el juez y el impedimento de salir del país. Las pericias posteriores determinaron que el arma era suya y que no había sido utilizada en un hecho delictivo previo.