La seguridad de Santa Fe atraviesa horas convulsionadas, especialmente en el sur provincial. Rosario superó los 90 homicidios en los primeros cuatro meses del año, se suman balaceras y delitos violentos, que generan en la ciudadanía la búsqueda de respuestas urgentes de parte de las autoridades. En este contexto, el ministro Jorge Lagna apuró en la mañana del miércoles la salida de su Secretario de Seguridad, Jorge Bortolozzi, tras conocerse que había viajado a Centroamérica el último fin de semana por motivos particulares.

Ahora, se suma un nuevo dato, al que pudo acceder RosarioPlus: Cristian "Mosquito" Chimenti, hermano de la Jefa de Policía provincial, Emilce Chimenti, tiene el cargo de Director de Criminalística de la Agencia de Investigación Criminal y trabaja dentro de la Sección Balística. Es justamente el área en la que se está investigando el faltante de pistolas que habían aparecido en un aguantadero el miércoles 20 de abril, en Empalme Graneros. Y cuando cuatro fiscales del MPA allanaron el depósito que funciona en la URII, el telefóno de Chimenti fue uno de los incautados. Ese mismo día de los allanamientos, se secuestró el teléfono del entonces Jefe de la URII, Natalio Marciani, a quien se le pidió la renuncia pocas horas después.

Durante la conferencia de prensa que se realizó este mediodía en Sede de Gobernación, RosarioPlus consultó a Lagna por el tema: el ministro confirmó la especie y ratificó que dejará avanzar la investigación de los fiscales. De aquí en más, resta que se periten esos aparatos telefónicos para saber si Chimenti estaba al tanto de lo que pasaba en Balística.

Este martes, se le dictó prisión preventiva por 90 días al único detenido hasta ahora por el robo de las armas. Se trata de Juan Carlos Belloti, un empleado de la Sección Balística de la AIC que se había llevado pistolas del depósito en el que trabajaba hace dos meses y las había cambiado por una moto. Cuando se supo del tema, reconoció la autoría del delito. Su madre, al final de la audiencia imputativa ante el juez, pidió permiso para hablar con él. "Me defraudaste como hijo"; le dijo, al tiempo que le daba un cachetazo.   

Luis Schiappa Pietra, uno de los cuatro fiscales del MPA que participó del allanamiento en Balística el viernes 22 de abril, señaló en declaraciones periodísticas que la situación de las armas judicializadas que debían estar guardadas bajo estricto protocolo, es muy irregular. "El estado de ese lugar es decadente", refirió. La hipótesis es que el robo de pistolas que debía custodiar la policía, como las que se llevó Belloti, ya había acontecido alguna otra vez. Se estima que son unas 3.600 las armas allí, pero ahora el Ministerio Público de la Acusación está haciendo un inventario y relevamiento para confirmar si la cantidad es efectivamente esa o si hay nuevos faltantes.

Un capítulo previo

Lo que los investigadores deben dirimir es si en la Sección Balística existía deliberadamente un "modus operandi" con las armas que llegaban al lugar o si el de Belloti fue un caso aislado. Lo que es cierto es que hace tiempos venía debatiéndose internamente por este depósito de armas judicializadas, que funcionaba con muy poco control. En octubre de 2020, el entonces ministro de Seguridad de la provincia, Marcelo Sain, presentó un trabajo que apuntaba a modernizar la policía santafesina. Y en uno de sus artículos, el documento describía como "sui generis" la situación del Depósito de Balística, en el que cuestionaba la falta de cuidado de las armas en ese salón de la URII.

Unos meses después, Germán Montenegro retomaría el tema. Era quien había asumido con Sain como Secretario de Seguridad y lo siguió siendo hasta noviembre de 2021, con la gestión de Lagna. El entonces funcionario le presentó al actual ministro una propuesta para modernizar la Sección Balística y garantizar la trazabilidad de armas y municiones judicializadas. El nombre de la inicativa era: "Proyecto tendiente a la adquisición e implementación de un sistema de gestión y control de armamento institucionalizado".

Ingresó oficialmente el 20 de abril con expediente oficial, pero según fuentes a las que pudo acceder este medio, Jorge Lagna no lo priorizó "porque no le parecía relevante avanzar con el tema". El 8 de octubre, el proyecto pasó a Archivo, con el Folio 0063. En criollo, la idea fue cajoneada y las armas siguieron estando tiradas en un galpón.