El fiscal tiene "una prueba clara" que vincula a Pillín con la venta de jugadores
La audiencia imputativa contra Andrés "Pillín" Bracamonte pasó a cuarto intermedio hasta este viernes, cuando la jueza deberá resolver un planteo de incompetencia interpuesto por la defensa, pero las posteriores declaraciones del fiscal Miguel Moreno dejaron ver que los investigadores cuentan con material necesario para avanzar contra el jefe de la barra brava de Rosario Central y sus socios. El delito de lavado de activos es solo la punta del ovillo.
Moreno le dijo a la prensa que "la mayor maniobra de lavado la vemos a través de derivación de bienes propios a socios" ya que Bracamonte "no tiene ningún bien propio. Por otro lado el fiscal entiende que el crecimiento de "Pillín" al frente de la barra Canalla va de la mano con un notable ascenso económico del detenido.
En ese sentido, el fiscal tomó como punto de partida las denuncias oportunamente presentadas por el ex presidente de Central, Horacio Usandizaga, quien vinculó a Bracamonte con el representante de futbolistas Juan Carlos Silvetti por aprietes y negocios que realizaban con la barra brava.
El también ex intendente de Rosario había indicado en su día que Bracamonte, a través de la barra, obligaba a los padres de los jugadores juveniles a firmar con Silvetti.
"La conexión de Silvetti con Bracamonte la tenemos corroborada, son socios", aseveró Moreno. Detalló entonces que cuenta con "un cheque por una suma superior a 600 mil pesos vinculado a la venta del jugador Gastón Ávila de Rosario Central a Boca Juniors".
"Es una prueba clara de que Bracamonte está vinculado al negocio de venta de jugadores", sentenció Moreno.
Por otro lado, el fiscal aclaró que "no tenemos verificado acto ilícito por ahora" de la dirigencia actual de Rosario Central ni de ninguno de los directivos anteriores. "la investigación seguIrá", añadió entonces.
"Teniendo en cuenta el dinero que mueve el fútbol, lo que hemos relevado es la punta del iceberg", resumió Moreno.
Negocios varios
"Pillín", detenido el lunes en Ibarlucea, es jefe de la barrabrava de Rosario Central desde hace 18 años y se sospecha que comanda una serie de negocios ilegales vinculados al fútbol, entre ellos el cobro del estacionamiento los días de partido y el manejo de los "carritos" de comida en los alrededores del estadio.
Hasta 2002, Bracamonte era un ladero del entonces jefe de la barra canalla, Alberto "El Chapero" Bustos, pero una fuerte disputa interna por la conducción entre los "Chaperitos" y los "Pillines" terminó rápidamente con la victoria de estos últimos y con el encumbramiento de su líder a una posición que le permitió construir un enorme poder económico en los últimos 18 años.
Fuentes vinculadas a la institución "canalla" aseguraron que Bracamonte construyó su base de poder económico a partir de la reventa de entradas, muchas de ellas de protocolo (aquellas que entrega el club para invitar a distintas personalidades), al punto que en 2018 fue detenido en los alrededores de la cancha de Lanús en un partido que Central le ganó a Talleres por la Copa Argentina.
Además, la sospecha de los investigadores es que el hombre incursionó en todos estos años en un abanico de emprendimientos ilegales vinculados con el fútbol, desde el cobro del estacionamiento en unas diez cuadras hacia el sur, el oeste y el norte del Gigante de Arroyito, y de un canon a los choripaneros de las inmediaciones hasta manejar el presupuesto de los colectivos para los viajes de los hinchas cuando se disputa un partido de visitante.
También se cree que "Pillín" mantenía un vínculo con el empresario futbolístico "Chiquito" Silvetti, quien también está en la mira judicial y representa actualmente a algunos juveniles de Rosario Central.
Otra de las sospechas de los pesquisas es que Bracamonte tenía algún tipo de relación con la banda narco "Los Monos", a pesar de que nunca estuvo implicado en las causas en las que se investiga a sus integrantes.
Sin embargo, fue de público conocimiento que "Pillín" participó del velatorio de los restos de Claudio "Pájaro" Cantero, asesinado en 2013, y se lo vio durante más de seis horas parado junto al féretro.
En sus comienzos como jefe de la barra brava "canalla", "Pillín" también fue el dirigente que manejaba el Club Edison, más conocido como "La Carpita", de Junín e Iguazú, en el barrio Industrial, lindero al de Arroyito.
El origen del crecimiento económico exponencial de "Pillín" Bracamonte es la gran incógnita de los fiscales que lo investigan, uno de los cuales se preguntó: "El tema es saber cómo hizo el primer millón de dólares. El resto es otra cosa porque la mayoría son negocios legales".
Según fuentes judiciales, la Fiscalía investiga a Bracamonte por presunto lavado de activos a través de cuatro sociedades que integra el barra: Vanefra Servicios SRL; Ser-Eco SRL; Ruffino SAS y Kabrasi SRL.
Los investigadores determinaron que en tres de ellas, Bracamonte integra una sociedad con otras personas, y en la restante comparte las acciones con el representante de jugadores de fútbol Juan Carlos Silvetti.
Durante un allanamiento a la sede social de Rosario Central, el fiscal Moreno secuestró facturas que una de esas sociedades le extendió al club por prestación de servicios, indicaron fuentes de la pesquisa.