Maxi y Coco son dos amigos de toda la vida de Jorge “Peka” Almada, un playero de la estación de servicio de Mendoza y Donado que el domingo pasado, a las 6 de la mañana, salía de trabajar para volver en moto a su casa, cuando un automovilista le arrebató la vida al embestirlo en la esquina de avenida Francia y bulevar Seguí. 

Tanto Maxi como Coco se acercaron a la esquina a los pocos minutos. Y desde entonces rememoran la situación: no hubo agentes de Tránsito, el conductor de la Renault Kangoo que atropelló a Almada se rehusó a someterse al test de alcoholemia y narcolemia, y para el mediodía ya había sido liberado.

Los dos amigos ahora expresan su dolor y claman por algo que se parezca a la justicia, aunque su amigo no regrese. El “Peka” era su compinche desde los primeros años de sus vidas, allí en la zona de Saavedra al 600 donde siempre vivieron las tres familias. Familiero y miembro del Ciclón, club de sus amores, el asunto de su repentino fallecimiento llena no solo de dolor e impacto, sino que también de indignación por las circunstancias. 

Estos dos amigos, “hermanos”, como calificaron ellos en diálogo con Rosarioplus.com aseguraron que si no obtienen resultados en la causa para que Jorge descanse en paz, organizarán una marcha pública a la Justicia. Por lo pronto esperan una reunión que el fiscal Walter Jurado les dará la semana entrante.

El joven de 25 años que manejaba la Kangoo fue puesto en libertad pero con formación de causa por homicidio culposo. Junto a Jorge en la moto viajaba Uriel, su compañero de trabajo con quien volvía de la jornada nocturna, quien también tuvo traumatismos pero ya recibió el alta médica.

Maxi recordó aquellas primeras horas del domingo en que recibió el llamado de la pareja de Jorge con la triste noticia: “Llegamos un rato después del accidente con otros familiares, y no vimos oficiales de tránsito, pero según supimos ahí, el chico se negaba a hacerse los estudios de sangre que hay que hacer antes de las seis horas del hecho”.

Lo que se sabe es que fue llevado a la Comisaría 21 de Arijón y Santiago, donde prestó declaración. Allí habría realizado los estudios correspondientes, ya que este medio consultó por los resultados a voceros de Fiscalía, que respondieron no contar aún con esa información.

Aunque tuviese los resultados, y realizado a tiempo los estudios, Maxi y Coco siguen cuestionando “por qué un juez le dio la libertad, y con qué rapidez, porque nos confirmaron fuentes policiales que fue liberado ese mismo domingo al mediodía, a pocas horas del hecho, cuando pasó el semáforo en rojo y probablemente bajo efectos en la sangre”.

Jorge era papá de dos niños y pareja de Virginia, y un vecino conocido y querido en Tablada, que se reunía asiduamente a hacer asados con los amigos de toda la vida.

El dolor de perder a un amigo, el clamor por algo parecido a la justicia