A un año del sismo que el 24 de agosto de 2016 provocó 299 muertos en Italia, el país volvió a conmoverse por un sismo de cuatro grados en la escala Richter en la isla de Ischia, distante 30 kilómetros de Nápoles, que mató a dos personas, dejó decenas de heridos y 2.600 evacuados.

A las 20.57 del pasado lunes .5 horas menos en Argentina- un temblor en la costa este de la isla conmovió a sus 60.000 pobladores y a los más de 100.000 turistas que, en plena temporada alta, pasaban sus vacaciones en alguno de los paradisíacos paisajes de Ischia. Tras los primeros derrumbes a la tragedia se sumó un apagón en la mitad de sus 60.000 kilómetros cuadrados.

Antes de la medianoche italiana, justo cuando el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) corregía al alza la primera estimación oficial de 3.6 grados a la definitiva de 4, ya estaban confirmadas las dos víctimas fatales: una mujer de 80 años, que falleció al caerle parte de la Iglesia de Casamicciola, y otra sin identificar hasta ahora, que quedó sepultada por los escombros de su propia casa.

"Es absurdo morir con un terremoto de magnitud 4", lamentó en declaraciones a la prensa el presidente del Consejo Nacional de Geólogos, Francesco Peduto, tras recordar que una zona de actividad sísmica como Italia debería tener mayores controles.

El sismo, originado en el mar a una profundidad de 5 kilómetros en el extremo noroeste de la isla, fue sucedido por otras treinta pequeñas réplicas, de magnitud menor a un grado, según informó el INGV.

Durante toda la noche, cuando ya 1.050 turistas habían regresado al continente tras el pánico inicial, el sismo siguió manteniendo en vilo a toda Italia porque tres hermanos, un bebé de siete meses y dos niños de 7 y 11 años, estaban atrapados bajo los escombros de su casa.

Recién pasadas las 4 de la mañana el más pequeño logró ser rescatado con vida por los bomberos, que casi de inmediato pudieron localizar y establecer contacto con los otros dos. Hacia las 11, cuando todos los canales de noticias transmitían en directo, sus dos hermanos también fueron salvados.

A primera hora de hoy se contabilizaban al menos 35 heridos, en la isla de poco menos de 50 kilómetros cuadrados, afectada principalmente en su costa este, a 30 kilómetros del continente.