La inseguridad en los barrios más postergados amerita de un trabajo social y de contención que el Estado muchas veces no logra cubrir, pero sí lo hacen los movimientos religiosos a través de sus templos, parroquias o iglesias.

En Rosario, con el agravamiento de la violencia de los últimos años y los índices de pobreza altos, estas instituciones cobran una importancia más importante. El movimiento evangelista avanza en este sentido y, a partir, de su irrupción en la Legislatura, tiene un nexo más cercano para lograr arrimar a la política al barro.

Por ejemplo, la diputada provincial de Somos Vida, Betina Florito, que proviene del catolicismo ortodoxo, la semana pasada se movió y, acompañada por referentes de iglesias evangélicas de Santa Fe, Rosario y Rafaela, mantuvo una reunión con el ministro de Seguridad de Santa Fe, Jorge Lagna. 

La idea es acercarle algo de territorio donde los pastores hacen pie. "Como oportunamente planteó el ministro con los obispos, es necesario coordinar acciones también con Pastores evangélicos aprovechando ese trabajo social y pastoral de tantos años", dijo la diputada provincial

Dentro del espacio político evangélico hay diferencias notorias que se expusieron una vez que lograron las seis bancas en la Legislatura y en estos abordajes salen a flote. Sobre todo en momentos de posicionamiento electoral. Por su parte, Walter Ghione, pastor y diputado provincial de Somos Vida y Familia, explica que la mayoría de los pastores de toda la provincia están trabajando desde hace años en su espacio.

“El trabajo del movimiento evangélico es mucho más amplio que aumenta el patrullaje. Hay que atacar la inseguridad desde varios flancos, y la principal es la inserción social ”.

Según Ghione, los pastores plantean que la policía perdió autoridad. “Podemos ayudar a la reconciliación de la gente del barrio y la autoridad policial, que no se convierta en un autoritarismo como era antes donde se sobrepasaba los límites, sino que ejerza la autoridad con valores y principios”.

Por último, entiende que más que con el ministro quieren tener primero una charla con el gobernador Omar Perotti, pero “no abordarlo solamente desde la seguridad, sino desde lo social porque el movimiento contiene a muchas personas de indigencia muy alta y la mano dura no es la solución ”.