En una bóveda secreta en su mansión en Uruguay, el banquero alemán August von Finck guardaba uno 17 lingotes de oro, el equivalente a dos millones y medio de dólares. Con ese botín se hicieron los ladrones que habían hecho un primer intento de abrir la caja fuerte el pasado 6 de junio y recién un mes y veinte días después lograron llevarse los lingotes.

Los lingotes de von Fink estaban alojados en una bóveda con caja fuerte construida especialmente debajo de la habitación principal, en donde el millonario, de 91 años, guardaba documentos, pertenencias de su familia y una parte de su fortuna.

El grupo de atracadores estaba integrado por once ladrones. El 6 de junio fue el primer ingreso a la mansión pero no salió como lo planeado. En ese momento no pudieron abrir la bóveda de seguridad y debieron abandonar el lugar a las apuradas luego de forzar varias puertas e irrumpir en la habitación principal en donde se encontraba la caja fuerte.

Al huir dejaron allí las herramientas con las que habían pretendido concretar el golpe: dos tubos de oxígeno, una batería, un guante, una llave francesa, un disco de corte de amoladora y un destornillador.

Un mes y veinte días después, el 26 de julio, regresaron con herramientas más potentes y un tanque de oxígeno extra pudieron concretar el golpe. Lograron extraer 17 lingotes de oro y mil krugerrands, una moneda de oro sudafricana.

Según reveló el diario El País de Uruguay, tras cuatro meses de investigación y en un operativo que denominaron Operación Anonymus los delincuentes fueron apresados. Sin embargo, por el momento se desconoce el paradero de la fortuna robada. 

“En su primer ingreso a la estancia, los integrantes de la organización solo pudieron sacar la traba de hierro de la caja fuerte y cortar su primera capa de hierro que quedó tirada en el piso”, señaló la fiscal de Carmelo, Eugenia Rodríguez, en el pedido de formalización de la investigación.

La banda, según el diario, conocía al detalle la distribución del establecimiento porque poseía un contacto que conocía el lugar por haber realizado obras en la casa, específicamente en la habitación en donde estaba la caja fuerte.

Ahora resta saber dónde está la fortuna.