Un policía fue detenido este sábado como presunto autor intelectual del crimen de María del Rosario Vera, la mujer cuyo cuerpo fue hallado calcinado el jueves último dentro de un volquete de residuos en Felipe Moré y Gaboto, informaron desde el Ministerio Público de la Acusación.

Se trata del suboficial del Comando Radioeléctrico, Andrés Nicolás M. (30), quien presta servicio hace cuatro años en la Policía Federal (PFA) y se presentó esta mañana en la sede local de esa fuerza luego de que el fiscal que investiga la causa ordenara tres allanamientos durante la madrugada, que resultaron negativos.

El agente será sometido este domingo a una audiencia imputativa por su presunta participación como instigador del crimen de María del Rosario Vera (23), que según las primeras pesquisas fue asesinada antes de ser quemada.

Según indicaron los voceros, la hipótesis del fiscal del caso, Florentino Malaponte, es que ambos mantenían una relación sentimental y que estarían vinculados a la venta de estupefacientes. En ese marco, los investigadores no descartan que los autores materiales del crimen hayan sido “soldaditos” que trabajaban para el agente policial, y dispusieron medidas para identificarlos.

En tanto, Malaponte informó que el cuerpo de la mujer presentaba lesiones en el cráneo y signos de asfixia, y que se investiga si sufrió un posible abuso sexual.

Una víctima de violencia

La investigación había apuntado en un primer momento a la ex pareja de la joven, un hombre identificado como Néstor Jesús R., quien se encuentra detenido con prisión domiciliaria y controlado con tobillera electrónica.

La referente local del Movimiento Evita, Alejandra Fedele, contó a Télam que Vera participaba de dicha organización social y que su ex pareja "la mataba a palos".

Fedele agregó que, durante el año pasado, la víctima había vivido durante cuatro meses en un hogar para escapar del marco de violencia de género al que la sometía el hombre. Además, fruto de esa relación la pareja tuvo cuatro hijos de entre dos y ocho años, que pasaban algunos días con su madre y el resto con el padre.

Fedele comentó que Vera era hija de un matrimonio misionero que llegó hace varios años a Rosario, donde criaron a ella y a sus nueve hermanos. “Eran siete mujeres y tres varones, gente muy humilde”, explicó la referente, quien relató que la mujer había conseguido comprar una vivienda precaria en el barrio donde fue asesinada con ayuda del municipio.

Tras conocerse el crimen de Vera, la fiscal de Violencia de Género Luciana Valarella solicitó la revocación de la prisión domiciliaria del hombre. 

En una audiencia que tuvo lugar este sábado por la mañana, el juez José María Caterina ordenó que quede detenido en una comisaría y lo imputó por “resistencia y desobediencia a la autoridad y haber violado el perímetro permitido por la imposición de la prisión domiciliaria con control de tobillera”.

Sin embargo, desde la Fiscalía de Violencia de Género aclararon que por el momento el hombre no está acusado del crimen de su ex pareja.

El cadáver calcinado de Vera, misionera, fue encontrado el 4 de enero al mediodía en un contenedor de residuos ubicado en la calle Felipe Moré Gaboto por dos chicos del barrio Triángulo que revisaban la basura. El cuerpo fue identificado por los familiares de la víctima por un jean que llevaba puesto y que le habían regalado días antes de que fuera hallada en el lugar.