Los restos de miles de cadáveres de civiles fueron encontrados en al menos 202 fosas comunes ubicadas en territorios de Irak que estuvieron controlados por el grupo radical Estado Islámico (EI) entre los años 2014 y 2017, informó este martes la Organización de Naciones Unidas (ONU).

"Es difícil determinar el número total de personas que hay en estas fosas. La más pequeña -en el oeste de Mosul- tenía los restos de ocho cuerpos, mientras que se cree que el más grande -en Jasfa, al sur de Mosul- puede contener miles", explicó la misión de la ONU en Irak (UNAMI) y la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Ya está documentada la existencia de 202 fosas comunes en las provincias de Nínive, Kirkuk, Saladino y Al Anbar, en el norte y en el oeste del país, "aunque puede haber muchas más", advirtió la ONU en el texto.

"Las pruebas reunidas en estos sitios serán fundamentales para garantizar las investigaciones creíbles, procesos y condenas de acuerdo con las normas internacionales", se señala en el informe.

Entre junio de 2014 y diciembre de 2017, el Estado Islámico ocupó grandes áreas en el territorio iraquí y llevó a cabo "una campaña de violencia generalizada y de violaciones sistemáticas de los derechos humanos, actos que pueden equivaler a crímenes de guerra, crímenes contra la Humanidad y un posible genocidio", manifestó la ONU.

El líder del EI, Abu Bakr al Baghdadi, proclamó un califato" a finales de junio de 2014 en la ciudad de Mosul, considerada para los islamistas la "capital" del grupo en Irak.

La ciudad fue liberada por las fuerzas iraquíes, con el apoyo de la coalición internacional liderada por EEUU, en julio de 2017, tras casi nueve meses de una cruenta ofensiva que dejó la urbe totalmente en ruinas.

Durante esos tres años, los islamistas persiguieron y asesinaron a civiles pertenecientes a minorías étnicas y religiosas en Irak, como la comunidad yazidí, contra la cual el EI cometió un genocidio, según la ONU.

En diciembre de 2017, el entonces primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, anunció la "derrota" del grupo yihadista en el territorio iraquí, aunque los ataques de los terroristas, que se encuentran apostados en zonas desérticas ubicadas en el este de Siria, fronterizas a Irak, continúan en el país, incluida la capital Bagdad, reseñó la agencia EFE.

Serán fundamentales la "preservación, excavación y exhumación de las fosas comunes, así como la identificación de los restos de las víctimas y su entrega a las familias", agrega el documento de la ONU.