La cantidad de presos en las cárceles santafesinas sigue creciendo y satura la infraestructura disponible para alojarlos, según reveló el Servicio Público Provincial de la Defensa Penal. Según este organismo del Poder Judicial, las penitenciarías de la provincia tuvieron una sobrepoblación de 534 internos el año pasado.

Según el informe anual basado en el Registro Provincial de Violencia Institucional y afectaciones a los Derechos Humanos, el año pasado ingresaron a las cárceles de Santa Fe un total de 979 personas, y así engrosó la población penitenciaria en 5.798 detenidos. Además, si a esta cifra se le agrega la población de las alcaidías, el número asciende a 5949.

En el documento, se destaca que "existen dos tipos de variables que generan particular preocupación: las tasas de encarcelamiento y la elevada población carcelaria en relación con la capacidad declarada en las unidades penitenciarias".

Desde el año 2010 hasta el 2018 la tasa de encarcelamiento cada 100 mil habitantes se duplicó, y entre el año 2016 y el 2018, sufrió un aumento de 65 puntos.

Asimismo, a partir del año 2015 la cantidad de alojados en las cárceles santafesinas superó la capacidad de alojamiento declarada por el Servicio Penitenciario, alcanzando el 28 de diciembre del 2018 una sobrepoblación de 534 internos. 

En particular, 5 de 10 unidades penitenciarias que pertenecen a la provincia sobrepasan la capacidad de alojamiento declarada: la Unidad Penitenciaria Nº 1 Coronda, la Unidad Nº2 Las Flores, la Unidad Penitenciaria Nº 10 de Santa Felicia, la Unidad Penitenciaria Nº 11 Piñero y la Unidad Penitenciaria N° 16.

"Frente a esta situación de sobrepoblación, el Estado genera medidas provisorias que empeoran la situación de los alojados: agrega colchones, incorpora camas en espacios colectivos, crea pabellones en sectores destinados a otros fines, aloja detenidos en zonas de tránsito", criticaron desde el Servicio Público Provincial de Defensa Penal.

Ademñas, desde la dependencia del Poder Judicial comentaron que "la sobrepoblación implica el aumento en términos cualitativos del padecimiento de estas personas que se encuentran bajo la custodia del Estado y son vulneradas en sus derechos elementales. La sobrepoblación genera hacinamiento, deterioro edilicio, pésimas condiciones higiénicas y falta de privacidad. Intensifica los niveles de violencia institucional, aumenta los conflictos entre internos y produce muertes".

Durante el año 2018 hubo un total de 18 muertos declarados por el Servicio Penitenciario. Entre el año 2012 y el 2018 hubo un total de 108 muertes en las cárceles de la provincia de Santa Fe.

"La regularidad del flujo de muertes a lo largo de los años pone en cuestión el desempeño estatal. Los fallecimientos persisten como fenómeno en el tiempo. Cabe recordar que el Estado tiene el deber de custodia de todas aquellas personas que están alojadas en su dependencia y, por lo tanto, el nivel de fallecimientos habla de una grave crisis estructural del sistema de encierro santafecino", indicaron desde la entidad.