Una familia denunció una brutal agresión de una patota a dos jóvenes hermanos en la madrugada del domingo en Pueblo Esther. Todo habría comenzado con una pelea al término de una fiesta en la conocida “plaza del tanque” en Pueblo Esther. Una de las víctimas sufrió una fractura maxilofacial, la pérdida de piezas dentarias y deberá ser intervenido quirúrgicamente. Amigos y familiares se movilizaron este miércoles hacia las puertas del municipio para pedir explicaciones. Por el ataque aún no hay detenidos.

“Salvador había ido a esta fiesta con unos amigos y volvió a casa temprano. Mi hijo mayor -Dario- se quedó en la plaza con mi sobrino que estaba alcoholizado y que sin querer atropello a un joven provocándole la caída de una bebida. Esa persona se enojó mucho y le quiso pegar. Como mi hijo vio que -su primo- no estaba en condiciones de defenderse, se quedo él mano a mano. Ahí vino una patota de entre 15 y 20 personas que lo atacó hasta tirarlo al piso, le patearon las costillas, la cabeza, le arrancaron el expansor de la oreja y le quebraron un dedo”, relató en Canal 3 Carla, madre de las víctimas.

Y continuó: “Ya pedí las cámaras para poder documentar el momento del ataque. Dicen que mi hijo se levantó furioso con una botella en la mano y se defendió golpeando a uno. Logró escapar a casa y atrás paró una camioneta con un señor, su hijo y una patota y empezaron a apedrear la casa. Dario salió a hablar y Salvador fue atrás. El hombre lo agarró del cuello -a este último- para que su hijo lo pueda golpear salvajemente. Le dio un ladrillazo en la cara. Empecé a gritar que se vayan, pedía auxilio, que alguien me ayude”.

“Hace cuatro noches que no duermo porque no puedo estar tranquila adentro de mi casa porque esta gente se me metió y casi mata a mi hijo”, cerró la mujer.