David Delfín Zacarías, conocido como “el Rey de la Cocaína”, negó ser narcotraficante, aseguró que sólo se dedicaba al negocio de los fletes y afirmó que el mega operativo que se realizó en su casa de la vecina ciudad de Funes, el 5 de septiembre de 2013, fue “plantado” por la Policía Federal. Así comenzó el juicio oral y público en los Tribunales Federales de Rosario de Oroño y Rioja contra Zacarías, su mujer, sus dos hijos, dos cuñados, varios integrantes de su banda y dos policías.

El acusado justificó la presencia de una importante cantidad de precursores químicos en el interior de la vivienda a un encargo que trasladó legalmente como fletero, negocio que aseguró tener con su mujer. En ese sentido, señaló que fue contratado por “un señor Medina”, quien le pidió traer 2 mil litros de químicos desde Buenos Aires.

Zacarías se quejó también de la “violencia” con la que se habría llevado adelante el operativo de la Policía Federal en el interior de su domicilio del barrio Country de la ciudad de Funes, afirmó que la cocaína que se encontró fue “plantada” y pidió un careo con el encargado de filmar el procedimiento y los dos policías que firmaron el acta preventiva.

Delfín, cuyo nombre inspiró a los policías a denominar “Operativo Flipper” al procedimiento realizado en septiembre de 2013, negó rotundamente estar vinculado con el negocio del narcotráfico y hasta dijo no ser el dueño de la casa donde fue detenido junto a su mujer y uno de sus hijos.

Zacarías llegó este miércoles a juicio oral en los tribunales de Oroño al 900 acusado de liderar una organización criminal dedicada a la producción y tráfico de estupefacientes. Con él están procesados su esposa, Sandra Marín, su hija Flavia, dos policías y otras seis personas, quienes empiezan a ser juzgados por el tribunal integrado por Ricardo Vázquez, Otmar Paulucci y Germán Sutter.

En el fuero federal estiman que las audiencias se prolongarían hasta julio, y que el desenlace se conocería después de la feria de invierno.

Zacarías fue detenido por la Policía de Seguridad Aeroportuaria en setiembre de 2013, en una casa de Las Achiras al 2500, en el country profesional de Funes, sobre la ruta 9. Allí le encontraron 300 kilos de cocaína, valuadas en más de 40 millones de pesos, y un importante almacenaje de precursores químicos para producirla. Esos insumos los había comprado unos días antes en Don Torcuato, por los que había pagado 340 mil pesos en efectivo. Para entonces, la PSA ya lo vigilaba a través de escuchas clandestinas del teléfono suyo y de sus allegados. 

El juez de primera instancia Carlos Vera Barros lo procesó en 2014 como el jefe de una organización que abastecía a una red de quioscos de droga dirigidos por una mujer ya célebre en la zona norte, la Tata Medina. La organización, según la pesquisa, tenía la cobertura de dos policías, uno federal -José Luis Dabat- y un ex jefe de Drogas de la Policía, Diego Comini. Ambos están en el banco de acusados en este juicio.