El ex prefecto del seminario de Paraná, presbitero Justo Ilarraz, quien está acusado de abusar sexualmente de al menos 50 seminaristas de entre 10 y 14 años entre 1984 y 1992, fue citado para el 21 de abril para prestar declaración indagatoria en la causa que se le sigue.

La citación fue hecha por la jueza Susana María Paola Firpo, quien también ordenó que el sacerdote se presente en la capital entrerriana el 6, 7 y 8 de abril próximo para someterse a un peritaje psiquiátrico y físico.

Ilarraz está acusado del delito de promoción a la corrupción agravada y hasta el momento declararon siete ex seminaristas que relataron de qué modo ocurrieron los abusos.

En la causa ya declararon por escrito el actual arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, y el cardenal y ex arzobispo local Estanislao Esteban Karlic, pero falta el testimonio del ex arzobispo Mario Luis Bautista Maulión.

Los tres religiosos fueron citados a declarar porque tuvieron conocimiento de las denuncias contra Ilarraz pero nunca trasladaron el caso a la justicia ordinaria y las mantuvieron en el mayor de los secretos.

Otro miembro de la iglesia que no ha respondido a la citación de la justicia entrerriana es el obispo tucumano de Concepción, José María Rossi, quien fue el superior de Ilarraz hasta septiembre de 2012, cuando el caso tomó estado público y el sacerdote tuvo que ser apartado del cargo que desempeñaba en la parroquia Sagrado Corazón de la localidad de Monteros.

Ilarraz llegó a Tucumán luego de que el ex arzobispo de Paraná y cardenal Estanislao Esteban Karlic lo expulsara de la diócesis local tras una investigación interna de los hechos, que nunca fue denunciada ante la justicia ordinaria.

Karlic había autorizado al cura Illarraz a viajar al Vaticano, donde se formó en Misionología.

Tras regresar a la Argentina en 1997, el religioso se radicó en Buenos Aires, donde se alejó un tiempo del sacerdocio, y luego se trasladó a Tucumán, donde fue recibido por el entonces obispo de Concepción, Bernardo Witte.

El caso de las violaciones ocurridas en el Seminario de Paraná se conoció en 2012 por una denuncia periodística, que reveló que la investigación interna que se le hizo al cura nunca fue elevada al Vaticano ni puesta en conocimiento de la justicia ordinaria.

La causa está caratulada como “Ilarraz, Justo José s/Promoción a la corrupción de menores agravada”, y está fuertemente impulsada por el procurador general de la provincia, Jorge García, quien le pidió a los defensores del cura que " dejen de comportarse como la parte más negra de la Iglesia Católica”.

En la causa ya declararon siete ex seminaristas que dijeron haber sido abusados por el religioso mientras se encontraban cursando sus estudios en el seminario de Paraná.

Las víctimas de las violaciones difundieron una carta en la que reconocieron que "muchos son los afectados que en el silencio de sus reclamos, sean miedos propios o miedos a semejantes, quieren y hacen fuerza para desenmascarar a esta criatura humana, corrompedora de almas de gente humilde, creyente, trabajadora".