Los jueces de la Cámara Penal de Apelaciones Daniel Acosta, Guillermo Llaudet y Tomás Orso confirmaron la responsabilidad del instructor de boxeo Martiniano Gómez por el homicidio del esposo de una alumna, ocurrido en octubre de 2013.

Gómez había sido condenado el año pasado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y confinado a cumplir una condena de once años de prisión, pero su defensor apeló la medida porque “la resolución no brinda suficientes argumentos como para considerarlo el autor” y cuestionó que “no se consideró la legítima defensa propia ni de terceros”.

El tribunal conformado por Llaudet, Acosta y Orso confirmó este jueves la sentencia venida en apelación, por considerarlo autor del delito, y le aplicó una pena de 10 años y 8 meses de prisión efectiva.

La mañana del 19 de octubre de 2013 Héctor García -marino mercante de oficio- fue a buscar a Martiniano Gómez a su casa, a quien acusaba de ser el amante de su pareja. Gómez era profesor de boxeo y compañero de baile de la esposa de García. Le habían comentado que ellos dos tenían un amorío.

El día que fue asesinado, García tenía un brazo enyesado a raíz de un enfrentamiento que había tenido previamente. Gómez y García se encontraron en Uriburu, casi esquina Corrientes. Discutieron y se trenzaron en una disputa hasta que Gómez -más robusto que su rival- dominó al marido de su alumna contra el piso, lo tomó por la espalda y se ubicó encima para propinarle una serie de culatazos en la nuca. En esas circunstancias, le disparó un balazo por detrás y certero en la cabeza.

Según declaró el instructor de boxeo, el arma la portaba la víctima y se disparó en medio del forcejeo; sin embargo los magistrados tuvieron en cuenta un informe de la autopsia que indicaba que el disparo ingresó por detrás de la oreja cuando la víctima se encontraba totalmente dominada y reducida. Entre las pruebas presentadas en el expediente también figuran la declaración de un testigo presencial y el llamado al 911 por parte del imputado, donde quedó registrado que dijo: “Lo maté”.

En marzo de 2016, la jueza María Isabel Más Varela había condenado a Gómez a 11 años de prisión por homicidio agravado por uso de arma de fuego. Ahora, la Cámara resolvió reducir en cuatro meses la pena dado que el imputado no tiene antecedentes y a que permaneció en el lugar del hecho hasta que llegó la policía.