En un procedimiento abreviado, la Justicia condenó este jueves a Gonzalo Oviedo, el joven rosarino que el 14 de junio pasado tomó un taxi en la Terminal de Retiro de Buenos Aires y viajó hasta los Tribunales de Rosario pero nunca abonó el servicio. Fue acusado de engañar al chofer y escapar sin pagar los 42 mil pesos que debía.

Además fue condenado por desplazarse en un vehículo con pedido de captura por un hecho de robo y tener una patente perteneciente a otro auto con pedido de captura activo por otro hecho de robo.

Por los delitos de "estafa en calidad de autor" y "encubrimiento agravado por el delito precedente", la jueza María Trinidad Chiabrera resolvió una pena de un año y medio de prisión de ejecución condicional para el joven de 30 años, además de la reparación económica de 60 mil pesos hacia la víctima, y el cumplimiento de reglas de conducta por dos años.

Según lo revelado por Fiscalía, Oviedo abordó el taxi en la madrugada del martes 14 de junio en la playa de estacionamiento de la Terminal de Retiro y le solicitó al chofer (de la empresa City Taxi de Buenos Aires) trasladarlo a los Tribunales Provinciales de calle Balcarce y Pellegrini.

El precio de 35 mil pesos fue pactado de antemano y el viaje que culminó a las 5:20. Al llegar a destino, el joven manifestó que iba a buscar dinero para afrontar el pago e ingresó a Tribunales. Pasados unos diez minutos, el chofer fue a buscar al pasajero para cobrar la suma de dinero adeudada. Luego de varias horas, y a raíz del accionar policial y de testigos, se pudo ubicar y detener al imputado, que se encontraba vestido de manera distinta al momento de comenzar el viaje.

"Aparenta una intención de pago al solicitar el traslado, con el conocimiento cabal de la imposibilidad de su concreción al momento de arribar a destino, habiendo una voluntad inicial de no pagar, que se encubre con la apariencia de solvencia que todo pasajero tiene al abordar este tipo de vehículos", explicaron desde Fiscalía.

Y agregaron: "Establecido así el viaje, el conductor engañado lo concreta sufriendo finalmente un perjuicio en su patrimonio que sumado a las horas que tuvo que esperar para volver a la ciudad de Buenos Aires, las pérdidas en su economía ascendieron a la suma de 42 mil pesos".

La segunda imputación

Además, el pasado 19 de mayo el empleado de Tribunales fue identificado por la Policía en la playa de estacionamiento del hipermercado Libertad conduciendo un Citroën C3 con pedido de captura por un hecho de robo. En tanto, la patente correspondía a un T-Cross robado el 3 de mayo en Pasco al 800. En paralelo, se comprobó que el C3 también había sido sustraído el 11 de mayo en Entre Ríos al 2400.