La Justicia de Rosario condenó a tres años de prisión condicional a un reconocido abogado penalista involucrado en el asesinato de una joven, víctima de un crimen por encargo dirigido a su hermana, que era testigo clave de una investigación sobre otro homicidio. Además, lo inhabilitó por cuatro años para ejercer la abogacía, un resarcimiento económico a la familia de la víctima, y una serie de conductas destinadas a aleccionar sobre lo que un abogado no debe hacer en pos de defender a un cliente. Se trata del abogado Marcos Cella, de 46 años.

El juez de primera instancia José Luis Suárez, con el fiscal Luis Shiappa Pietra (de la unidad de Homicidios Dolosos) y el defensor Carlos Edwards, acordó la condena en juicio abreviado por el delito de "impedimento de un acto funcional, en carácter de autor, en concurso ideal, con amenazas coactivas agravadas en calidad de partícipe primario", dice el fallo.

Cella había sido detenido a principios del año pasado tras la investigación de un asesinato ocurrido en Vera Mujica al 2900. Un cliente de Cella –Ariel Tubi Segovia, acusado de instigar el crimen– y otras cinco personas participaron del asesinato de Lorena Ojeda.

Tubi Segovia moriría meses después, asesinado en la cárcel de Coronda.

Según la acusación fiscal, Cella defendía a Segovia en la investigación del homicidio de Jonatan Rosales. La noche del 22 de junio de 2016, Rosales iba en moto junto a su novia Brisa Ojeda por Padre Giaccone al 1400, en la zona sur, cuando desde un auto le dispararon causándole la muerte. Brisa fue herida pero sobrevivió, y se convirtió en testigo clave del crimen de su pareja.

Había una rueda de reconocimiento de sospechosos prevista para el miércoles 14 de diciembre de 2016 a las 11, pero Cella pidió al fiscal su postergación, adrede para ganar tiempo. Ese tiempo necesario para que Segovia y cómplices "ejecutaran actos intimidatorios contra testigos" del crimen, reseñó un vocero. El plan era amedrentar a una testigo, de manera que desistiera de concurrir a esa rueda de reconocimiento a la que sería expuesto Segovia.

El abogado Cella logró la postergación requerida. Había argumentado problemas personales para pedir tal cosa. Dos días después, Segovia desde su lugar de detención envió a un grupo de sicarios a la casa de Brisa Ojeda, la testigo en cuestión. Estos llamaron a la chica por su nombre, pero quien asomó a la puerta fue Lorena, su hermana. Los homicidas abrieron fuego: dos balazos entre el pecho y el vientre, y Lorena agonizó 37 días hasta morir el 21 de enero de 2017.

La investigación involucró de lleno a Cella. Además de la condena de prisión condicional, el juez Suárez fijó las siguientes reglas de conducta: 1) Fijar residencia 2) abstenerse de abusar de bebidas alcohólicas y o de consumir estupefacientes 3) Someterse al Control de la Dirección de Control y Asistencia Post Penitenciario 4) Prohibición de acercamiento al circulo familiar de la victima 5) Prohibición de acercamiento a los tribunales provinciales, MPA y al Servicio Publico Provincial de la Defensa Penal  por el termino de cuatro años 6) y reparación económica a los familiares de la victima; por ser penalmente responsable por el delito de Impedimento de un acto funcional, en carácter de autor, en concurso ideal, con Amenazas coactivas agravadas en calidad de participe primario.