Un exjefe policial antinarcóticos que prestaba servicios en la ciudad fue condenado este viernes a tres años de prisión y al pago de una multa $50 millones por integrar una asociación ilícita liderada por un narco y prestarse como testaferro junto a su pareja de un departamento en un edificio de lujo, informaron fuentes judiciales.

El ex jefe de Inteligencia de la Policía de Investigaciones (PDI) de Rosario, comisario Javier Makhat, fue hallado responsable de los delitos de asociación ilícita, lavado de activos y enriquecimiento ilícito mediante un juicio abreviado homologado por el juez José Luis Suárez, añadieron los informantes. Si bien la condena a tres años de prisión es efectiva, Makhat quedó en libertad por el tiempo que transcurrió detenido en prisión preventiva.

El comisario, considerado miembro de la banda del narco condenado por robo de autos Esteban Lindor Alvarado, acordó con los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada llevar a remate una casa de fin de semana que adquirió en Funes y un departamento con cochera y baulera en un edificio de lujo llamado “Condominios del Alto” en la zona de Refinería.

Según fijó la sentencia, deberá abonar una multa por $50 millones y quedó inhabilitado de por vida para ocupar cargos públicos. La participación del comisario en la organización criminal quedó al descubierto, justamente, cuando los fiscales ordenaron en 2018 allanar ese lujoso departamento en busca de pruebas contra Alvarado, y descubrieron que allí vivía Makhat con su pareja.

De acuerdo a la investigación, antes había residido en el lugar Rosa Capuano, expareja de Alvarado y también imputada en la causa por asociación ilícita. En el mismo expediente están imputados otros jefes policiales que, según los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, prestaron colaboración con Alvarado e integraron su organización criminal.

“Existe un grupo de personas que con sus aportes permitieron construir un permiso estatal contrario a la ley para su beneficio ilícito y respecto de las cuales Makhat ejercía influencias de diversa forma”, señala el juicio abreviado.

Los fiscales los acusan de cometer “hechos ilícitos y delictivos tendientes a brindar impunidad a los crímenes violentos ejecutados” por la banda, así como “desviar las investigaciones judiciales y omitir investigar los delitos cometidos por Alvarado”.

También de utilizar información reservada a la que accedían en su calidad de policías para “omitir la localización y detención de otros integrantes” y simular operativos policiales “para incorporar información falsa a las investigaciones.

En el caso de Makhat, fue condenado también por lavado de activos –al ser considerado testaferro de Alvarado- y enriquecimiento ilícito por la compra en 8 años de una casa de fin de semana en Funes por 60 mil dólares y 62 mil pesos de gastos de construcción y el departamento de alta gama que adquirió en $800 mil. Para los fiscales, el comisario no pudo explicar su crecimiento patrimonial con los ingresos declarados suyos y de su pareja, que es profesional de la salud.

En tanto Alvarado, sindicado como el jefe de la banda, cumplió una condena en la provincia de Buenos Aires por robo de autos en el Conurbano norte que se desarmaban en Rosario e irá a juicio como líder de un organización narco que envió 500 kilos de marihuana al sur del país. También cumple prisión preventiva como instigador del crimen de un prestamista y como jefe de una asociación ilícita, y está acusado de ser el autor intelectual de balaceras a inmuebles del Poder Judicial santafesino.