Cómo escapó Reifenstuel y terminó en Bolivia tras el crimen de Ivana
El fugitivo capturado fue imputado por homicidio agravado y seguirá en prisión en la cárcel de Piñero hasta el juicio oral. El fiscal reveló cómo hilvanó su fuga durante un año y medio. "Fue un crimen de odio", definió.
Damián Reifenstuel fue imputado este viernes al mediodía por el asesinato de Ivana Garcilazo, bajo la figura de “homicidio agravado por la ley de Espectáculos Deportivos”. Y el juez Fernando Sosa convalidó el pedido de Fiscalía de dejarlo en prisión preventiva hasta el inicio del juicio oral, que deberá realizarse en los próximos 45 días por los plazos procesales.
Pero en la audiencia imputativa que se realizó en el Centro de Justicia Penal, pero con el imputado a través de teleconferencia desde la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero, quedó a la luz el derrotero que hizo el fugitivo luego de aquel 30 de setiembre de 2023, cuando segó la vida de la joven hincha de Rosario Central, que regresaba en moto junto con su novio tras haber presenciado el clásico de la ciudad.
El fiscal Artacho relató en base a la reconstrucción investigativa que Reifenstuel se fue desde Rosario hasta San Nicolás, donde allí tomó asesoramiento legal de un letrado cuya identidad no trascendió. De allí partió hacia la provincia de Salta, donde abordó un remís para hacerse trasladar hasta la frontera con Bolivia.
“Pero el prófugo usó una vía irregular para acceder a ese país, su paso no quedó registrado en la Aduana”, señaló Artacho. “Luego fue localizado y capturado en la localidad de Samaipata, tras un aporte muy importante de un testigo de identidad reservada”, acotó.
Esa captura se realizó el 25 de febrero pasado, luego de que el 20 surgiera la declaración de esa persona que delató el paradero de Reifenstuel, y luego cobró la recompensa prevista de 10 millones de pesos.
“Entendemos que una vez en el lugar consiguió trabajo, tuvo un salario, adoptó identidad falsa. Se hacia llamar Lucio Rodríguez. Así estaba incluso en el padrón docente del lugar, es un nombre falso y así se pudo costear la fuga en el país. Personal de Interpol lo detuvo cuando asistió a la escuela a dar clases”, narró el fiscal.
“Hay al menos 5 testigos del hecho, que aportan un testimonio claro en la mecánica del hecho, identifican que hay 3 personas paradas en esa esquina esperando que pase la moto que está Ivana, y en el mismo momento arrojan piedras sobre Ivana y una impacta en el cráneo de la víctima”, valoró el fiscal.
De las declaraciones vertidas ayer al término de la audiencia, surgió otro detalle que complica la posición del docente apresado. “Un testigo de contexto cuenta que Reifenstuel estaba esperando un taxi a las 7 y media, quince minutos después del hecho, y cuando el taxista se aproxima para tomarlo como pasajero, Reifenstuel tenía una lata de cerveza cerrada en la mano, y amagó a tirársela a dos personas de Central que pasaron en moto. Y el testigo cuenta que como pasaron tan rápido no se la pudo tirar”, precisó Artacho.
La imputación fue presenciada por numerosos allegados a la familia de la víctima. En ese marco, Artacho tuvo que explicar una vez más porqué no pedirá una pena de prisión perpetua para Reifenstuel y sus co imputados, Ariel Cabrera y Juan Massón.
“Yo debo aplicar la ley, no hacerla. Este caso es claro: fue un crimen de odio, la querían matar por su condición de pertenecer a una colectividad, el club Rosario Central. El Código Penal en su artículo 80º inciso 4º determina que son tres los motivos criminales que ameritan prisión perpetua: religiosos, raciales o de género, lo que nos impide avanzar sobre una pena a perpetua”, abundó.
Para Cabrera y Massón el pedido de pena de Fiscalía es de 30 años de cárcel; y la querella pidió 34 años. El máximo admitido en esta figura penal es de 35 años de cárcel.