El fiscal de Homicidios Adrián Spelta imputó este martes al hombre detenido por el asesinato del entrenador Marcos Guenchul, ocurrido el 23 de julio pasado, en Sucre al 1200. El acusado, Caio Soso, de 31 años, quedó en prisión preventiva como co autor del asesinato, mientras la investigación sigue abierta en busca de otra persona que habría sido quien atacó a la víctima y le disparó a quemarropa en la cabeza.

Soso había sido detenido la semana pasada en el aeropuerto internacional de Ezeiza, cuando intentaba escapar en un vuelo hacia Beirut, El Líbano, donde tiene familiares.

El fiscal Spelta señaló al término de la audiencia imputativa que Soso había planificado el ataque, ya que detalló que una cámara pública mostró al Peugeot 208 del acusado llegar desde calle Mendoza y estacionar en la esquina con Paraná durante 49 minutos frente al gimnasio de Guenchul, a la espera de que este saliera.

Y ocurrió que Guenchul salió pasadas las 22 y caminó hasta la esquina de Sucre para tomar el trole K. “Fue entonces que el auto avanzó, y de allí descendió una persona que lo amenazó y lo trasladó de forma violenta por calle Sucre, para extraerle la mochila y dispararle dos veces, una de ellas en el cráneo. Lo esperaban a Guenchul y no era para robarle ya que no tenía pertenencias de alto valor”, observó el fiscal.

Sobre la motivación del homicidio precisó que es "un móvil irracional", según calificó Spelta: “El único conflicto que tenía el joven asesinado era con su ex mujer, que es la pareja actual del señor Soso, por diferencias en torno a la tenencia de su hija en común. Guenchul había realizado denuncias judiciales y consiguió tener la visita de la menor luego de que su ex pareja se lo negara, y realizó denuncias por impedimento de contacto. Esto habría generado algún malestar en la pareja que de alguna manera se trasladó en esta determinación de Soso”, explicó el titular de la pesquisa.

La ex mujer de Guenchul se encuentra vinculada a la causa como testigo, y ya declaró. El chofer del ómnibus que alcanzó a ver cómo Guenchul era atacado por sorpresa declaró que vio el momento en que el muchacho iba a ascender a la unidad y recibió una amenaza tras la cual no subió.

Luego de eso, Spelta tiene comprobado que el auto de Soso (fue reconocido en los videos por la coincidencia de la chapa patente) se alejó del lugar por Mendoza, Avellaneda, Presidente Perón y Francia hasta bulevar Seguí. Cerca de allí Soso y su actual pareja y ex de Guenchul compartían una vivienda.

Además, Spelta reveló que Soso se deshizo de su teléfono móvil al día siguiente del crimen, y comenzó a usar uno nuevo. Su mujer hizo lo mismo. 

La imputación fue por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en carácter de co autor funcional”. Soso se amparó en su derecho a no declarar.

Esos cargos podrían depararle -en caso de ser juzgado culpable- una condena de hasta 10 años y medio de prisión.

La Jueza de Primera Instancia Trinidad Chiabrera tuvo por formalizada audiencia imputativa y dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de ley.

Según la investigación del fiscal, precisó que Soso “manejaba el vehículo, pero hay una coautoría en el hecho, ya que otra persona manejaba el auto, tenían el plan de terminar con su vida y cada uno cumplía una función determinada. Se sigue investigando quién es el autor material”.

Spelta precisó que tanto el celular del imputado así como el de su actual pareja fueron descartados al día siguente del hecho, y la última transmisión de datos fue en la noche del homicidio. Y también cambiaron sus numeraciones. “La joven al declarar en Fiscalía confirmó que tiene otro número, ya que fue peritado y se pudo ver que no tenía mensaje alguno, y nos llama la atención esa decisión”, agregó.