La declaración de Mariana Ortigala, testigo clave en el juicio que se sigue contra Esteban Lindor Alvarado y seis cómplices, incluye una gravísima denuncia institucional: le apuntó a un funcionario del Ministerio de Seguridad de filtrar información a las bandas de Alvarado y también de Ariel "Guille" Cantero, con quienes además estaría negociando condiciones de detención. Este dato trascendió este lunes, pero fue parte del testimonio que Ortigala realizó de manera reservada (por razones de seguridad) ante los fiscales Matías Edery, Luis Schiappa Pietra y David Carizza, el 10 de enero pasado.

Sus palabras son parte de un expediente oficial que lleva membrete del MPA. La entrevista con los tres fiscales fue solicitada por la propia Ortigala, con temor de ser asesinada tras brindar información clave para el desarrollo del juicio contra Esteban Alvarado, cuyo círculo íntimo integró entre 2010 y 2012. Tal como ella misma confesó en el testimonio que se conoció la semana pasada en las audiencias judiciales, Ortigala tiene muy buena relación con Vanesa Barrios, la novia de "Guille" Cantero.

Ortigala contó que en octubre pasado la contactó un hombre que dijo ser secretario de un juzgado federal de Venado Tuerto, para hablar sobre Guille Cantero, habida cuenta de la amistad que ella tiene con la pareja del delincuente que purga condena en prisión. La mujer identificó al hombre que la citó como Horacio L. (su nombre completo se reserva mientras no haya una imputación penal en firme), quien le aseguró que estaba por ser nombrado como "viceministro". Unas semanas más tarde, los allanamientos en Seguridad por presunto espionaje determinaron cambios en la cartera que dirige Jorge Lagna. Y finalmente esta persona ingresó al Ministerio, en el área de Análisis Criminal Estratégico.

En ese encuentro, quien todavía no era funcionario, le habría propuesto a Ortigala mejorar las condiciones de detención del líder de Los Monos en el penal de Ezeiza. "Los beneficios serían frenar requisas, que le habiliten 24 horas de teléfono fijo y la posibilidad de que Guille tenga un teléfono celular consigo. Todo esto me lo decía para que yo se lo transmita a Cantero". 

En las conversaciones, Horacio L. aseguraba tener muy buen diálogo con la interventora del Servicio Penitenciario Federal, Amelia Garrigós de Rébori, a quien apodaba "Malala". Sobre este último tema, Ortigala destacó: "Cuando estuve con H.L., hablaba por teléfono con ella, entre otros llamados".

En un fragmento de la declaración ante los fiscales aparece la figura de Matías Herrera, que sería el vínculo con el actual funcionario que habría operado como "vendedor de influencias" . Herrera está acusado de ser testaferro de bandas narco criminales y resultó víctima de varios ataques a balazos con mensajes mafiosos en locales comerciales con los que estuvieron vinculados. El más reciente fue una balacera en el Club Unión Americana, en Fisherton, donde la mamá de Herrera tenía la concesión del gimnasio.   

Ortigala señaló, en sede judicial: "En una de esas reuniones, supe que Horacio L. le dijo a Herrera que constituya una sociedad, una empresa constructora con la cual iban a hacer facturaciones falsas para meter en el mercado el dinero del narcotráfico. A mí (Herrera) me propuso que consiguiera plata narco de la gente de Cantero para meterla ahí y así comprar dólares y que H.L. nos diera protección. Sé que H.L le dio una oficina a Herrera en calle San Lorenzo para este negocio. La cueva de dólares es del Popy Larrauri y tiene gente adentro de la Bolsa de Comercio", relató la testigo a los fiscales. Finalmente, Ortigala apuntó en enero último que no llevó adelante ese pedido: "Esta gestión de llevar dinero de la droga de la gente del sur para meter en el mercado no la realicé ni la voy a realizar".

La gestión para lograr una balacera impactante

Hay otro fragmento de la declaración de Ortigala sobre los pedidos que hacía H.L. siendo secretario del Juzgado Federal de Venado Tuerto y pocas semanas antes de llegar al Ministerio de Seguridad, que es realmente impactante: "Me dijo que podía haber beneficios mayores como un traslado, que él estaba gestionando los hilos para subir al gobierno y que para eso, necesitaba un par de “golpes sociales”. Esto es, un hecho de resonancia social para sacar a la gestión e ingresar él. Concretamente me pidió que Guille mande a balear distintos lugares o que le entregue a él datos de donde estaban las cocinas de droga para hacer que las descubre él y beneficiarse. Quiero aclarar que yo no gestioné ninguna balacera, tampoco le dije a Guille esto y tampoco Guille obtuvo ningún beneficio ya que me pareció un disparate", planteó la testigo ante los tres fiscales, en enero pasado.

Finalmente, Ortigala reveló en esa instancia ante el MPA que tenía información de que el funcionario aludido estaba "gestionando negocios, dinero a cambio de información de allanamientos y a cambio de traslados de detenidos".