Este martes la jueza Trinidad Chiabrera aceptó todas las pruebas e imputaciones al autor material y los ideólogos del asesinato del entrenador físico Marcos Guenchul en julio de 2019 en el corazón de barrio Echesortu. Además prorrogó la prisión preventiva de uno de ellos y se elevó a juicio con fecha a confirmar. Los fiscales solicitaron la prisión perpetua para los involucrados.

El joven asesinado tenía una hija en común con Priscila Denoya, y habían tenido altercados en torno a las visitas que Guenchul requería, ya que hacía meses no  veía a la menor. Incluso atravesaban una instancia de mediación judicial para llegar al consenso sobre el tema cuando fue ultimado de un disparo en la cabeza. Denoya además esperaba al momento un hijo de Soso, a quien dio a luz ya estando tras las rejas, y Soso trató de fugarse de la Justicia tras el hecho, siendo interceptado en el Aeropuerto de Ezeiza, donde buscaba viajar a Beirut.

Los fiscales Gisela Paolicelli y Adrián Spelta de la Unidad de Homicidios Dolosos, a cargo de la causa, pidieron la pena de prisión perpetua para los tres imputados, y la jueza de Primera Instancia resolvió tener por ofrecidas las pruebas para rendir en juicio admitiendo la acusación presentada por la Fiscalía, aunque llamó a un cuarto intermedio para el tratamiento de la evidencia recolectada.

Se dispuso la prórroga de la prisión preventiva efectiva a Maximiliano Panero. Tanto Priscila Denoya como Caio Soso, pareja acusada como ideóloga del asesinato, permanecen en prisión preventiva hasta el juicio.

Crimen planificado

Eran las 21.50 del martes 23 de julio de 2019 en Mendoza al 4900, cuando Guenchul cerró el gimnasio Progress Fitness, donde trabajaba, y se disponía a irse cuando fue interceptado por Panero antes que tomara el colectivo. Lo reduce y lo obliga a doblar por calle Sucre hacia el sur, mientras Caio Santiago Soso esperaba con su automóvil en esa calle.

Panero condujo a Guenchul 30 metros para luego sustraerle la mochila y efectuarle dos disparos de arma de fuego, uno de ellos en la cabeza, ocasionándole la muerte.

En la teoría del caso, hubo una reunión anterior, en la que Soso y Denoya ofrecieron a Panero un monto remuneratorio de dinero a cambio de terminar con la vida de Guenchul.

Luego de cometido el hecho, hacia las 23.30 se reencontraron los tres imputados, y se realizó la entrega de la suma de dinero acordada.