El juicio contra Esteban Alvarado, que comenzó el pasado 21 de febrero, va por su novena semana. Este martes terminó de declarar Marina Marsili, contadora y empleada del MPA que investigó la trama económica de la banda. Además -justamente por haber indagado sobre los mecanismos sospechados de ser maniobras de lavado- resultó víctima ella misma de dos atentados en su domicilio: en un caso le arrojaron una cabeza de perro y en otro sufrió una balacera, ambos en enero de 2019. Por estos dos delitos, también está acusado Alvarado.

Marsili había comenzado a declarar la semana pasada, ante el Tribunal integrado por los jueces Patricia Bilotta, María Isabel Mas Varela y Alejandro Negroni, los fiscales, los acusados y los abogados de la defensa. Su testimonio empezó por el relato de los atentados que sufrió. Luego, fue el turno de hablar de los apellidos que aparecen vinculados en la investigación del MPA, desde que comenzó a seguir los movimientos de Alvarado. En ese marco, se mencionó por ejemplo a las empresas Toia y Logística Santino, ambas involucradas con el transporte y nombradas por la Justicia Federal, que detectó un envío de casi 400 kilos de marihuana en la provincia de Río Negro. Por esa causa, también se lleva adelante un juicio que lo tiene como acusado a Esteban Alvarado.

Ahora, Marsili avanzó con otros datos: mencionó que Rosa Capuano, esposa de Alvarado, figuró como beneficiaria de una asignación universal por hijo y que su marido estaba anotado como empleado de un geriátrico rosarino. Un dato de color es que quien figuraba como dueño de esa institución en Sánchez de Bustamante al 400 es el mismo que "donó" la quinta Los Muchachos, en Piñero. En ese lugar estuvo el prestamista informal Lucio Maldonado la noche en que fue secuestrado, a fines de 2018.

Además, Marsili dio detalles de los caballos de carrera que tenía Alvarado. Según explicó el fiscal Matías Edery en declaraciones periodísticas, "desde 2019 la AFIP empieza a ver que en esa actividad se colocaba dinero de distintas actividades ilícitas, porque tenían un control menos estable y más débil en cuanto a la registración. Distinto era el Registro Público de Comercio y la Propiedad Automotor que al igual que los registros inmuebles tienen una actividad regulada por el Estado. En cambio en el caso de los caballos de carrera, los registros de transferencias se hacen a través de un sitio llamado Stud Book, actividad controlada por el Jockey Club de Rosario y cuyas regulaciones son menos estrictas e intensiva. Por eso se usa mucho el tema de los caballos para desviar dinero ilegal. Pero Alvarado no solo tenían caballos de carrera, sino aquellos que participan en competencias de habilidades ecuestres como Jesús María, en la cual los caballos no tienen tanto valor individual sino por el volumen y la cantidad. Allí también volcaban dinero sucio". 

En los próximos días, será el turno de los testigos propuestos por las defensas. Habrá peritos y personal policial, según anticiparon los abogados de Alvarado y los otros acusados. Finalizada esta ronda de testimonios, llegarán los alegatos finales y el veredicto.