Balaceras: acusan a Alan Funes y su banda por extorsionar desde la cárcel
Después de varios allanamientos, este martes serán imputadas casi 20 personas de la organización narcocriminal que se dedica también a extorsionar.
La banda dedicada al comercio de estupefacientes y extorsiones liderada por Alan Funes será imputada este martes por la fiscal de la Unidad de Balaceras Valeria Haurigot. Unas 20 personas escucharán la acusación luego de que la semana pasada se hicieran allanamientos a la organización criminal de Funes, convicto de alto perfil detenido en la cárcel bonaerense de Ezeiza donde cumple una pena de 35 años de prisión por homicidio.
Luego de los 20 operativos en distintos domicilios de Rosario y en celdas de penales provinciales y federales, la fiscal contó que la causa partió del secuestro del celular de la hermana de Funes el cual permitió esclarecer varios atentados.
“Fueron 20 allanamientos, que se distribuyeron entre tres fuerzas, pero la investigación salió del riñón del Ministerio Público de la Acusación (MPA)”, explicó la fiscal Haurigot tras mencionar la detención de 17 personas de las cuales muchas ya están privadas de la libertad por otras causas y serán imputadas por nuevos delitos este martes.
"Alan Funes, desde el Penal de Ezeiza, impartía órdenes para la realización de diferentes hechos delictivos, además de la administración de los búnkers de ventas de droga", indicó la fiscal y aseguró: “Esta banda va mucho más allá de la violencia encapsulada a las drogas, sino que se desprende para todos lados y reconoce un alto poder de fuego”.
Al respecto dijo que sus cómplices no sólo se dedicaron a delitos vinculados con la narcocriminalidad sino que se desplazaron a otros rubros “como las extorsiones, que tan preocupadas nos tienen y sospecharon tanto en el último tiempo, todo eso se va a ver en la audiencia con una calidad de evidencia notable”.
La investigación comenzó a partir del asesinato de una joven de 21 años perpetrado en octubre pasado en el barrio Tablada. El esclarecimiento de ese homicidio, que estuvo a cargo del fiscal Gastón Ávila, fue el puntapié para vincular a los autores intelectuales del asesinato con una asociación ilícita dedicada a cometer delitos distintos.