Al menos 67 personas murieron en un atentado suicida perpetrado este miércoles con coche bomba en un cuartel militar en la localidad de Gao, en el norte de Mali, donde además hubo numerosos heridos. La cifra de fallecidos es provisional debido al gran número de heridos registrados en el atentado, añadieron las fuentes sanitarias locales.

Ninguna organización reivindicó aún el ataque, aunque en la zona de Gao operan varios grupos yihadistas. El suicida, según informaciones preliminares, detonó la carga explosiva que llevaba en su vehículo a la entrada del cuartel militar, donde estaban concentrados cientos de soldados malienses y combatientes de grupos armados afines, informó la agencia de noticias EFE.

La nube de polvo provocada por la explosión cubrió entera la ciudad de más de 80.000 habitantes, provocó un caos general, el cierre de los comercios y de las escuelas.
Una fuente militar en Gao contactada por EFE explicó que las autoridades castrenses no descartan que los atacantes realicen otros asaltos en medio del pánico que reina en la ciudad. Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado el atentado, que es uno de los más sangrientos registrados en Mali, un país acostumbrado a la inestabilidad y donde la violencia es crónica. recisamente, hoy el Consejo de Seguridad de la ONU analiza un informe del Secretario General de Naciones Unidas acerca de la situación actual en Mali, que preocupa a la comunidad internacional.

Gao, la ciudad más grande del norte del país, es una de las zonas más inseguras, pues escapa al control del Gobierno central y en ella operan varios grupos yihadistas que atacan con frecuencia al Ejército y a las fuerzas de la ONU en la zona.

La semana pasada murieron cinco soldados malienses tras un atentado perpetrado con una mina oculta en una carretera en la región de Mopti, en el centro del país, entre Macina y Diafarabé, cerca de Ségou. En esa zona está muy activo el Frente de Liberación de Macina, del líder local Amadou Kouffa, quien últimamente se alió con el grupo yihadista más letal del país, Ansar Dine, fundado por Iyad Ag Ghali.

Estos hechos se produjeron el mismo día en que el ministerio de Defensa hizo pública una convocatoria para reclutar a 5.000 soldados en unas fuerzas armadas minadas por las deserciones, los conflictos étnicos y la corrupción interna.