La Policía Federal  (PFA) detuvo al tercer involucrado por el crimen de Juan Garcilazo, secretario y cuñado del dirigente de la Uocra, Julio Galván, quien también resultó herido de gravedad durante el ataque a balazos ocurrido en la madrugada del 12 de marzo, frente a los domicilios de ambos, en Puerto General San Martín.

Tras varios días de investigación y luego de haber detenido a Alexis S. y Diego M., los federales pudieron comprobar que había otra persona vinculada con el crimen. Esa persona fue identificada como Juan Manuel P., quien convocó y trasladó a los sicarios hasta el lugar donde se cometió el asesinato, en el barrio Bella Vista, de esa localidad.

A raíz de esta información y luego de varias semanas de investigación, los efectivos policiales detuvieron este jueves al sospechoso en Juan Canals y avenida San Martín, de Rosario.

El detenido, argentino de 29 años de edad, quedó disposición del Juzgado interventor en la causa caratulada como “homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa, ambos agravado por el concurso de dos o más personas por el uso de arma de fuego".

Galván venía colaborando con el titular de Uocra Rosario, Carlos Vergara, en su misión como interventor de la delegación de La Plata del sindicato de la construcción, luego de la detención del dirigente Juan Pablo "Pata" Medina, procesado por asociación ilícita, lavado de dinero y extorsión.

El crimen

Antes del amanecer del 12 de marzo, Julio Galván (53) se preparaba para viajar a La Plata desde Puerto General San Martín, donde debía estar a media mañana para comenzar la semana de trabajo en el intervenido sindicato de la Uocra. Mientras acomodaba algunas cosas en su Volkswagen Vento,  su cuñado, Juan Garcilazo (44), preparaba el agua del mate en la casa lindera como para hacerle compañía antes del largo viaje. En ese momento escuchó que lo llamaban desde la puerta: “Julio, Julio”.

Se asomaron apenas unos metros hasta la calle de casas modestas que muere en el playón de la ex terminal portuaria Nidera, y se encontraron sólo con dos hombres y el vacío de la madrugada. Galván recibió un balazo en la pierna sin mediar palabra, y trató de escapar y encerrarse en la vivienda pero los sicarios lo alcanzaron, y le dispararon en el abdomen aunque no murió. En la vereda Garcilazo ya estaba muerto por seis balazos a quemarropa.

Los atacantes se fueron al trote de la escena del crimen, pero a pocas cuadras del lugar fueron detenidos. Diego M. (35) y Axel S. (23) cuentan con antecedentes penales y los primeros indicios los sindican como presuntos “autores materiales del ataque" ya que tenían armas de fuego encima, dos pistolas que serían compatibles con los disparos realizados.