La policía los encontró durmiendo. Alan y su novia no ofrecieron ninguna resistencia cuando vieron a los agentes encapuchados romper la puerta. Estaban escondidos en la planta alta de una vivienda ubicada en un Fonavi de Callao al 3900. La casa no era de ellos. Se sospecha que la usurparon para usarla de aguantadero.

La pareja de Funes se llama Jorgelina, tiene 24 años y una historia familiar vinculada al delito de la zona sur de Rosario. Su tío, Domingo Selerpe, fue un peso pesado de Tablada, un hombre que también dirimió negocios y territorio a los tiros. La pelea que hoy encarnan los Funes y los Camino, ayer la protagonizaron “Mingo” y “Torombolo”. Aquella guerra dejó, al igual que ahora, un tendal de muertes, entre ellas las de los dos líderes.

Mientras en Las Flores se peleaban los Monos contra los Garompa, en Tablada el enojo más fuerte era entre Selerpe, un cuarentón con linaje delictivo --su papá Froilan pisó varias veces la comisaría del barrio—y Guillermo Pérez, alias Torombolo, hijo de un sargento de la Policía que vio en el mundo de las drogas un negocio fértil para explotar.

Entre el 2002 y el 2006, los vecinos de Tablada relataron hasta el cansancio los cruces a tiros que animaron estos dos delincuentes. En diciembre de 2005, Torombolo recibió un escopetazo en una de sus piernas. La fractura expuesta del fémur lo dejó en muletas para el resto de su vida. El muchacho acusó a Mingo, quien en su defensa responsabilizó a su enemigo por las balaceras contra su domicilio.

El apodo Torombolo apareció en las crónicas policiales por primera vez en el año 2000, cuando tenía apenas 15 años. Fue acusado por homicidio y lesiones graves. Un juzgado de menores lo declaró no punible. Cayó tras las rejas recién en 2004 por el crimen de Sergio Romero, un soldado del bando opuesto.

Aquella herida mal curada terminó con su vida. Murió en una cama del Hospital Provincial, tras ser trasladado de urgencia desde la cárcel de Piñero. Los médicos marcaron una infección por una “patología de base” como causa de su fallecimiento.

Los "soldaditos" que tenía Torombolo pasaron a integrar las filas de la banda liderada por los hermanos Vázquez, que con más poder de fuego terminó desplazando definitivamente del negocio a Selerpe, considerado el principal narco de Tablada.

Mingo alquiló una casa junto con su mujer en Pueyrredón al 4200, barrio Itatí Norte, para alejarse de los balazos cruzados. Sabía que lo estaban buscando y decidió hacerse a un lado.  “A mi en Tablada me respetan y acá también lo van a hacer”, les dijo a sus nuevos vecinos ante los primeros problemas de convivencia.

Pero las balas llegaron desde Tablada. La noche del 22 de febrero de 2010 tres sicarios golpearon su puerta. Mingo desenfundó su arma y se defendió del ataque. La balacera dejó tres muertos, el dueño de la vivienda y dos de los agresores.

Tanto Torombolo como Selerpe fueron rápidamente reemplazados en el negocio de la droga, un mercado con jugadores descartables. La demanda se agigantó y con los años la posta pasó a manos de los Camino y de los Funes. Ellos también serán personajes olvidados en un futuro no muy lejano.