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Expertos británicos en toxicidad por incendios afirman que los tableros de aislamiento en el exterior de la torre de Grenfell, de Londres, cuando se incendiaron pueden haber llenado los pisos con cianuro de hidrógeno, un gas mortal suficiente como para matar a todas las personas que vivían allí, se informó este jueves.

Al menos 3 de los casi 80 heridos en el incendio, fueron tratados con un antídoto contra el envenenamiento por cianuro de hidrógeno en el hospital, y el número de afectados puede ser mayor, según una investigación de la cadena británica Sky News.

En el incendio que afectó el miércoles pasado la torre de viviendas ubicada en North Kensington, al oeste de Londres, al menos 79 personas murieron o siguen desaparecidas. Cerca de 600 personas vivían en ese inmueble de 24 plantas y 120 departamentos, que fue devastado completamente por el incendio.

Sin embargo, los expertos afirmaron que establecer la causa de muerte por el cianuro de hidrógeno es imposible debido a la condición de las víctimas. El King's College Hospital de Londres confirmó que tres de los 12 pacientes que recibió del incendio fueron tratados con el antídoto de cianuro de hidrógeno Cyanokit. Pero el resto de los hospitales se negaron a informar el tratamiento administrado a los heridos en el incendio.

El aislamiento utilizado en la torre de Grenfell fue hecho de poliisocianurato (PIR), una espuma plástica rígida intercalada entre dos hojas de papel de aluminio. El alto poder aislante del panel PIR permite asegurar un alto confort térmico una vez instalado. Por otro lado, el acabado en aluminio protege al panel de atmósferas agresivas y facilita el lavado a presión consiguiendo una higiene óptima en distintos tipos de instalaciones.

Sin embargo el PIR en sí mismo es inflamable, pero el papel de aluminio está pensado para impedir que las llamas se expandan. Los tableros fueron instalados contra la pared exterior de la Torre Grenfell, detrás del revestimiento que se colocó para mejorar la apariencia del edificio.

Richard Hull, profesor de química y ciencia de la Universidad de Lancashire Central, dijo a la cadena británica, que el gas producido por el aislamiento cuando se quemó pudo haber sido mortal. "La pared exterior del edificio tenía 150 milímetros de espuma PIR y una vez que el fuego se extendió, cada piso tendría su propia fuente de espuma PIR, que habría producido suficiente cianuro de hidrógeno para matar a todos los que vivían en ese piso", explicó.

Hull es coautor de un estudio en 2011 sobre la toxicidad por incendio de seis materiales aislantes y estableció que el PIR era el más tóxico. El informe también advirtió que si bien los materiales de construcción modernos y ligeros son más baratos de producir, y ofrecen aislamiento térmico mejorado, representan un mayor riesgo que los materiales tradicionales en caso de incendio. Advertencias que, según afirmó el experto, deberían haber sido escuchadas.

(Télam)