Este martes, en una jornada clave para la Justicia provincial, el exjefe de fiscales de Rosario fue imputado por la jueza Eleonora Verón por los delitos de cohecho, peculado y transmisión de datos reservados, y pidieron prisión preventiva sin plazo para él.

Serjal llegó al encuentro en libertad una semana después de presentar la renuncia a su cargo, y quedó en prisión preventiva por 90 días. 

Arribó a la Sala 9 del Centro de Justicia Penal alrededor de las dos de la tarde, acompañado por sus abogados. Los fiscales Gisela Paolicelli, María Eugenia Iribarren, Matías Edery y Luis Schiappa Pietra de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos le imputaron al fiscal destituido diversos delitos contra la administración pública.

Serjal está acusado de diseñar y ejecutar un "plan delictivo" para recibir dinero del empresario de juegos Leonardo Peiti a cambio de brindar información de las causas en las que estaba involucrado.

Después de que Edery leyera la imputación aceptó declarar, pero no responder preguntas. En su testimonio afirmó ser inocente y sugirió que la acusación podría tratarse de "una cama".

La jueza señaló que "no están dadas las condiciones para dictar la prisión domiciliaria" y sostuvo que hay un “hilo conductor” sobre los hechos imputados a Serjal y los imputados la semana pasada a Ponce Asahad y Ugolini.

"Hay un hilo conductor que tiene a Peiti como una persona ligada a actividades ilegales, que entregaba dinero a quienes podían darle información, y que necesitaba el amparo de una persona de mayor jerarquía. No son solo los dichos de Peiti, hay prueba objetiva por fuera que sustenta esta imputación. Hay apariencia de responsabilidad que se requiere en este momento", sentenció la jueza resolución.