El chico de ocho años que resultó baleado cuando salía a jugar a la pelota en Liniers y las vías en Ludueña se encuentra estable aunque delicado, ya que la bala que ingresó en el pecho del lado izquierdo no habría afectado al corazón, pero tiene comprometido el pulmón.

Un familiar lo llevó tras el impacto al Hospital de Niños Zona Norte en la guardia de urgencia, y fue intervenido en la Unidad de Terapia Intensiva, donde se encuentra hemodinamicamente estable.

El jefe de la UTI Gustavo Sciola precisó al móvil de Sí 98.9 que “la bala ingresa por la parte posterior del tórax del lado izquierdo y sale por la parte anterior”, y por esta causa “hizo una hemorragia pulmonar y se le hizo un drenaje”.

A pesar de esto, aseguró que “se encuentra hemodinámicamente estable, sin asistencia respiratoria y esta lucido”. De esta forma el cuadro es crítico y se espera avances de su cuadro clínico.

La directora del nosocomio de menores Mónica Jurado reflexionó que se trata del tercer paciente baleado que recibieron en el comienzo del año: “Venimos contando los números junto al Hospital de Niños Vilela, y este año es el tercer niño que recibimos con heridas de armas de fuego y es 17 de febrero”.

En este tipo de casos el equipo trabaja con el comité interdisciplinario con trabajadores sociales y psicólogos, puntualizó.