La petrolera estatal YPF volvió a aumentar el precio del asfalto, su segundo producto más comercializado en el país después de los combustibles. El incremento roza el 17%, que se acumula a las subas de 11% y 25% registradas en los últimos 90 días.

Como era de esperar, la decisión de YPF agregó más complicaciones e incertidumbre al sector vial, en jaque por los abruptos cambios en la macroeconomía y por la resolución de la Casa Rosada de recortar 30 millones en el presupuesto para obras.

El precio del asfalto está atado al dólar y la actualización está, en principio, vinculada a la brusca devaluación del peso por la corrida cambiaria de los últimos meses. Está compuesto en un 95% por piedra y otro 5% por un producto químico derivado del petróleo que se procesa en las refinerías. YPF es la número uno del mercado, seguida de otras compañías del sector como Shell, que suele proveer al sector vial cuando la petrolera estatal no da abasto.

Lo cierto es que se trata de un golpe inesperado tanto para la mayoría de las empresas privadas que ya tienen proyectos en marcha, como para las administraciones provinciales, como el caso de Santa Fe, que apostaron fuerte a las obras viales en este 2018.

Rosarioplus.com contactó a Pablo Seghezzo, director de Vialidad de la provincia, para conocer el impacto local de este nuevo aumento decretado por YPF. “Esto nos complica aún más debido a que vialidad y asfalto están directamente relacionados. En Santa Fe estamos haciendo pavimentos nuevos, repavimentando o haciendo reparaciones de rutas. Todo lleva asfalto”, explicó preocupado el funcionario.

El exorbitante aumento de esta materia prima ya tiene efectos concretos en la provincia. La Casa Gris giró un refuerzo presupuestario de 1.200 millones de pesos para evitar que ninguna obra quede a la deriva.

Así y todo, hay algunos trabajos que están paralizados –las firmas privadas están a la espera de que los precios se acomoden-- y se frenaron varias licitaciones. Seghezzo puso como ejemplo la postergación de la pavimentación de la ruta provincial 22, en el tramo que une  Pueblo Marini, Eusebia y Colonia Bicha, en el límite con Córdoba.

“Estamos hablando de una zona tambera, muy productiva que estaba esperando esta obra. Los planes se trastocaron con esta nueva coyuntura económica y vamos a esperar”, admitió.

El titular de Vialidad aclaró, no obstante, que las obras de la autopista Santa Fe-Rosario “se van a licitar igual”. “Es la ruta con más tránsito. Hay una fuerte decisión política de alcanzar una repavimentación completa más allá de estos vaivenes económicos. En otros casos habrá que esperar con el perjuicio que esto implica para muchos santafesinos”, agregó.

El impacto en números aún no está cuantificado. “Con el dólar a 25 habíamos tenido un aumento del 75% interanual en el asfalto modificado, que es el que usamos en Santa Fe porque tiene buena prestación con la amplitud térmica, mucho calor en verano y frío en invierno. Ese porcentaje aumentó en las últimas semanas, eso es seguro”, señaló Seghezzo.

A su juicio, un incremento del 50% en 90 días “excede a toda lógica”. Más aun viniendo de una empresa estatal, que “tiene que regular los precios del mercado y no subirse al juego de la oferta y la demanda”.

“Uno no pretende que Shell, que es la otra gran productora de asfalto, no aumente con la lógica del mercado. Pero no se entiende en YPF que tiene que colaborar para que se puede desarrollar el plan vial en todo el país”, se quejó.

Sobre las empresas adjudicatarias de las obras, Seghezzo reconoció que están “preocupadas y con parates”. No hay precios claros y las tasas para financiarse son inaccesibles “Tenemos obras que van más lento. El aumento del precio del asfalto trastocó los tiempos. Habrá que ver cuándo se estabiliza todo”, concluyó.