La concejala de Iniciativa Popular, Fernanda Gigliani, advirtió que ya venció la primera parte de los plazos que tiene el municipio para contestar un pedido de informe en el que solicitaba información sobre obras en las instalaciones del Ministerio de Obras Pùblicas (MOP). De esta manera, advirtió que la administración de Pablo Javkin persiste en no rendir cuentas sobre el poder de policía que debería ejercer ante los trabajos que lleva adelante una empresa privada que regentea esa guardería náutica sin la debida autorización. Para colmo, los negocios prosiguen como si nada, ahora con el regreso de un boliche bailable en ese punto de la costa central.

Pese a no contar con el aval del Concejo Municipal, siguen adelante con refacciones en el lugar. Se trata de un predio administrado por la empresa Servicios Náuticos Vip S.A que en dos oportunidades había recibido negativas para emprender una serie de proyectos que terminaron ejecutando. Por este motivo, la edila de Iniciativa Popular sostiene que los convenios que quiso llevar adelante el municipio en distintas oportunidades, se terminaron llevando adelante con aval del Ejecutivo y a espaldas del Concejo.   

Durante los últimos años, un sector del Palacio Vasallo encabezado por Gigliani elevó pedidos de informes en reiteradas oportunidades para saber por qué se dio luz verde a las refacciones pese a no tener la habilitación para hacerlo. 

El predio se encuentra en tierras públicas que pertenecen al MOP, pero la edila de Iniciativa Popular indicó que la actual concesionaria fue benefactora de una concesión “precaria” hasta 2030, que contemplaba la posibilidad de llevar adelante actividades recreativas y culturales en el lugar. 

El anuncio de inauguración del boliche Taura, a mediados de febrero, fue la gota que rebalsó el vaso, y lo que llevó a elevar el pedido de informes al municipio, basándose en la ordenanza de acceso a la información pública a partir de la cual el Ejecutivo tiene un plazo determinado para dar su respuesta.

“Si esos plazos no se respetan, vamos a ir a la Justicia”, adelantó la concejala en diálogo con RosarioPlus.com, y agregó: “En estos días se venció la primera parte de los plazos. Estamos haciendo una presentación de pronto despacho para que el municipio conteste”. 

Años de insistencia  

Un dato que pidió tener en cuenta Gigliani, es que ya en 2011, Miguel Lifschitz había firmado como intendente un convenio con el MOP para llevar adelante un complejo de guarderías y paseo gastronómico, que cosechó el rechazo del Concejo. 

Más adelante Mónica Fein intentó algo similar en dos oportunidades, pero en ambos casos la propuesta tuvo el mismo destino.  

Pero ante el avance de obras en el predio durante los últimos años, Gigliani consideró: “La sospecha es que se estuvo efectivizando el contenido de los convenios sin autorización del Concejo”. 

Pese al historial de rechazos, la concejala consideró que en esta oportunidad las obras avanzaron a espaldas del Concejo y con el aval del municipio.

Durante estos años se llevaron adelante obras, como por ejemplo la ampliación de la guardería náutica. Ya en su momento parte del Concejo cuestionaba el funcionamiento del boliche Taura, ya que no estaba claro porqué funcionaba bajo un marco jurídico que lo impedía.  

Como si fuera poco, a mediados de febrero se anunció su reapertura en el predio ubicado a pocos metros de la Estación Fluvial, precisamente en la calle Comunidad Foral de Navarra 80, muy cerca del ex boliche Ming, donde murió Carlos “Bocacha” Orellano.  

Esta última noticia la tomaron como una provocación, y Gigliani procedió a una presentación administrativa en el municipio. Ya anticipó que de no obtener respuesta con el detalle de la situación en ese terreno, apelarán a la vía judicial.

Según prometió el intendente Pablo Javkin a la concejala de Iniciativa Popular, desde el Ejecutivo no permitirán la habilitación del boliche. La respuesta al pedido de informes aún continúa en suspenso.