Un niño de solo 2 años de edad se encuentra internado en el Hospital Víctor J. Vilela desde la tarde del miércoles, luego de sufrir quemaduras por electrocución al tocar una caja de la Empresa Provincial de la Energía que estaba sin la correspondiente tapa de seguridad, en una vereda del microcentro, frente a una parada de colectivo.

Eran las 5 de la tarde cuando una pareja de jóvenes esperaba el colectivo en la esquina de Santa Fe y Entre Ríos para regresar a su domicilio en zona oeste. Estaban con su hijo Ramiro que, en un descuido de sus padres, puso su mano dentro de una caja de medidor de la EPE que ayer lucía tapada con una caja de cartón y un ladrillo, pero con cables a la vista y con tensión eléctrica.

Antes de que alguien pudiera evitarlo, el pequeño sufrió la descarga por el cortocircuito que generó. Se escuchó una explosión y el niño que quedó tirado en el suelo, con una de sus manos quemadas.

Lo llevaron en taxi al Vilela, donde quedó internado con quemaduras en dedos y mano derecha, bajo observación.

Intervino el fiscal en turno para preservar la escena, ordenar la señalización de la zona e intimar a la EPE y a la Municipalidad a que reparen esa anomalía peligrosa.