Los programas sociales de Nación siguen ausentes en Rosario. El municipio no logró por el momento concretar ningún acuerdo institucional con la Casa Rosada para traer a la ciudad proyectos que funcionan en muchas ciudades del país. El año pasado, el ministerio de Desarrollo Social prometió la llegada de dos programas, que jamás se implementaron. 

En marzo, la secretaria de Desarrollo Social del municipio, Laura Capilla, viajó a Buenos Aires para gestionar en persona cupos de "Argentina Trabaja”, un programa muy exitoso que desde 2009 se transformó en una herramienta de inserción para aquellos sectores excluidos del mercado laboral. Las plazas para Rosario nunca llegaron durante la presidencia de Cristina Fernández. El municipio denunció en aquellos años una "clara discriminación" por no estar alineados con la política oficial.

La gestión de Cambiemos prometió dejar atrás la marginación a partir de una "comunicación más fluida". Capilla y su equipo mantuvieron varias reuniones en 2016 para definir los programas a implementar. Los funcionarios nacionales pidieron tiempo y patearon los acuerdos para el 2017. La funcionaria local se reunió en marzo con el jefe de Gabinete de la Secretaría de Economía Social de la Nación, Juan Pablo Niño, para no dilatar más los tiempos. 

La primera respuesta de Niño fue que los cupos para "Argentina Trabaja" estaban llenos. Prometió a cambio la llegada de "Manos a la Obra" (subsidios no reintegrable para adquirir maquinarias, herramientas, equipamiento e insumos) y "Ellas Hacen", un programa que incluye a mujeres en estado de vulnerabilidad. "Lamentablemente ninguno de estos programas llegaron. En febrero volveremos a reclamar. El diálogo existe, es cierto. Pero hasta ahora solo hay promesas", le confió Capilla a Rosarioplus.com

La única ayuda social que Nación bajó en 2017 se hizo "a dedo y de forma discrecional", según Capilla. Algunos trabajadores de la economía popular recibieron el "Salario Social Complementario", una herramienta creada en diciembre 2016 por la Ley de Emergencia Social. "Esto no se hizo por la vía institucional. Ellos decidieron quiénes fueron los beneficiarios. Pedimos los informes, pero nunca nos remitieron nada", detalló la funcionaria. 

Tampoco se pudo avanzar en los programas de infancias, otra luz verde que había dado Nación en aquella reunión de marzo. La Municipalidad eligió a cinco organizaciones barriales que trabajan con chicos y empezó los trámites para recibir las partidas y los recursos. Los avances fueron a cuentagotas. Los primeros papales se firmaron a fines de diciembre.

"Pasó lo mismo. Buena predisposición, promesas, pero nada concreto", señaló Capilla, quien aclaró que a partir del mes que viene volverán a realizar los reclamos formales ante todos estos incumplimientos. "No estamos pidiendo programas específicos para Rosario, sino programas que funcionan en muchas ciudades del país. La crisis social y económica empieza sentirse. Solos no podemos. Necesitamos de Nación", agregó.

Capilla dejó entrever que Rosario sigue siendo discriminada por su signo político. "En la ciudad de Santa Fe, por ejemplo, esto no pasa", afirmó.