El proyecto que autoriza al Ejecutivo nacional a firmar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la refinanciación de la deuda contraída en 2018 por el gobierno macrista fue convertido en ley con el voto positivo de la mayor parte del oficialismo y de la bancada opositora. Se materializó la ruptura en el Frente de Todos por una docena de votos en contra del kirchnerismo y la ausencia en el final de la vicepresidenta Cristina Fernández.

Tras casi diez horas de sesión, la Cámara alta avaló el entendimiento con el FMI para el refinanciamiento de la deuda de más de 44 mil millones de dólares, por 56 votos contra 13 y tres abstenciones.

En la mayoría de los 40 discursos escuchados durante la sesión especial, desde los dos principales espacios políticos, el Frente de Todos (FdT) y Juntos por el Cambio (JxC) coincidieron en la necesidad de priorizar el hecho de que Argentina firme el acuerdo con el FMI para no caer en default.

Entre los votos positivos, 20 fueron del oficialismo y 36 de la oposición, mientras que de los 13 negativos todos fueron del FdT. Tres senadoras, las neuquinas Lucila Crexell (JxC) y Silvia Sapag (FdT) y la rionegrina Silvia García Larraburu (FdT) optaron por la abstención.

La sesión fue abierta por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien se retiró luego para mantener reuniones en su despacho, reapareció en mitad de la tarde y luego volvió a retirarse y dejó en manos de la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma, la conducción de la votación final.

En los discursos del FdT prevalecieron las críticas al origen de la deuda contraída con el organismo internacional por el gobierno de Mauricio Macri y se repitieron las voces que definieron al préstamo adquirido con el organismo como "una de las mayores estafas" al pueblo argentino.

Desde la oposición, los senadores Martín Lousteau, Alfredo Cornejo y Luis Naidenoff rechazaron las acusaciones, trasladaron la responsabilidad del origen de la deuda a la crisis que dijeron haber encontrado cuando asumió Cambiemos y justificaron el apoyo en la necesidad de evitar "mayor sufrimiento al pueblo".