Una de las primeras dirigentes en asomar por el Mercado del Patio –donde se concentra la usina del Frente Progresista en el escrutinio– fue María Eugenia Schmuck, presidenta del Concejo municipal de Rosario. Y con las primeras tendencias conocidas, marcó la singularidad de la elección local en la ciudad, donde su espacio político disputa mano a mano la elección con el Frente de Todos y relega al tercer puesto a Juntos por el Cambio, algo que a nivel nacional no sucede.

"Rosario siempre es distinta. Aunque el escenario nacional haya sido coptado por la grieta, Rosario siempre elige de acuerdo a quienes conoce, en quienes confía. Elige diferente, y combina de maneras singulares. Hemos logrado estar haciendo una elección interesantísima en un escenario nacional donde las terceras opciones no han tenido mucho lugar", dijo a RosarioPlus y Sí 98.9.

Schmuck ya sopesaba que el espacio macrista en el Concejo acaso no pueda renovar las seis bancas que pone en juego, mucho menos sumar otras. Y en cambio, advierte que se repite el esquema de elección pareja que lleva a un reparto de poder en el Palacio Vasallo bien dividido. "Rosario nos tiene acostumbrados a tener un Concejo atomizado. Nosotros renovábamos muy pocos concejales y podemos ganar los mismos o más. Así que estamos contentos. Tenemos expectativas, porque en el sector puro de Pablo (Javkin) no poníamos en juego ningún concejal, y somos 2 (ella y Fabricio Fiatti). Podríamos poner 2 o 3 concejales puros y 3 o 4 del Frente, pero aguardamos las mesas testigo", calculó.