En medio de las especulaciones políticas por lo que pueda suceder con candidaturas y alianzas en la ciudad y en la provincia, la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, por ahora priorizó las urgencias que demanda Rosario y dejó en stand by definiciones electorales, aunque reconoció: “El desafío es liderar un espacio mucho más amplio que el Frente Progresista. Hay que priorizar las coincidencias en materia de gestión siempre y cuando podamos liderar ese espacio”.  

Entre las cuestiones a atender con urgencia en el territorio municipal, la referenta del espacio Creo con más chances de suceder a Pablo Javkin en el Palacio de los Leones, hizo hincapié en la importancia de coordinar acciones con todas las fuerzas y las organizaciones sociales para intentar ponerle un freno a la inseguridad y la violencia que sufre Rosario.

A la hora de evaluar su gestión como presidenta del recinto desde 2020, destacó el nivel de debate y ponderó el avance en ordenanzas que quedaron pendientes de conformaciones anteriores. “Esta composición dice lo que piensa en el momento y en función de eso se debate, se acompaña o no, pero somos más ejecutivos, más frontales y más sinceros, no le escapamos a dar opinión sobre los temas”, manifestó.

- ¿Estás cerca de una definición sobre candidaturas el espacio Creo?

- La situación social de la ciudad nos está absorbiendo un 100% y el retraso de la presentación de listas hacen que todavía estemos concentrados en la gestión. Estamos tratando de que lo electoral se aleje lo máximo posible de la solución de esta problemática, porque después se confunde todo.

Ahora estamos tratando de coordinar acciones con todas las fuerzas y las organizaciones sociales. Mientras antes se hable de candidaturas, más se va a embarrar esta posibilidad de coordinar con todas las fuerzas por temas urgentes como la inseguridad.

La idea siempre es ir acompañando a Pablo (Javkin). El desafío es liderar un espacio mucho más amplio que el Frente Progresista. Hay que priorizar las coincidencias en materia de gestión siempre y cuando podamos liderar ese espacio. El que lidera pone su impronta, pero todavía falta mucho.

- ¿Cómo notaste el nivel de debate político en el Concejo durante estos últimos tres años?

- Logramos sacar ordenanzas en estos años muy emblemáticas con discusiones interesantes. Saldamos muchas deudas respecto a otras conformaciones del Concejo en cuanto a ordenanzas estructurales. El nuevo código de convivencia es un ejemplo, hacía 50 años que no se modificaba. También estuvo la ordenanza de persecución a lavado de activos. En ese sentido el nivel de debate ha sido muy bueno. Existe mucho respeto entre las fuerzas políticas y mucha tolerancia, hay para todos los gustos.

- ¿El Concejo hizo todo lo que tuvo a su alcance para abordar la inseguridad?

- Yo creo que el Concejo avanzó todo lo que pudo en materia legislativa. Al no ser autónomos, estamos permanentemente traspasando los límites de nuestra competencia.

Sería muy interesante que la Agencia de Prevención Para Adicciones que anunció Pablo se vuelque en una ordenanza para que cualquier intendente que asuma la sostenga.

La agencia de persecución del lavado de activos en una ciudad que no es autónoma, es avanzar. Esa fue una discusión muy importante y creo que quedó un buen instrumento.

Después hay otro desafío vinculado a seguir recuperando el espacio público. El miedo hizo que muchos abandonen el espacio público, pero cuando hay un evento la gente se vuelca masivamente a las calles.

- ¿Qué balance hacés sobre los proyectos de edificación que se discutieron y trajeron polémica en estos años?

- Los proyectos inmobiliarios disruptivos, como lo fue el año pasado el de la mega torre Sancor, es con el aporte de capitales locales. Se les exigen los mismos requisittos que a cualquiera, y no estamos hablando de capitales anónimos. Uno puede discutir si gusta o no la obra pero tendríamos que festejar que los empresarios inviertan en Rosario, eso genera movimiento económico y empleo.

La construcción en Rosario fue una herramienta fundamental para la actividad como el comercio. Hace dos años se hablaba de lo mal que estaba el centro, pero hoy tenemos 95% de la ocupación. A pesar de la inflación, hay crecimiento en al actividad comercial.

Yo estoy en contra de pensar que si uno retrasa discusiones sobre proyectos edilicios, está colaborando con algo. El Concejo tiene que ser mucho más expeditivo. Hay que estudiar el proyecto, pero si estamos todos de acuerdo, hay que ir para adelante.

En otras conformaciones se han dilatado muchas discusiones porque no querían tomar posiciones sobre determinados proyectos. Esta composición dice lo que piensa en el momento y en función de eso se debate, se acompaña o no, pero somos más ejecutivos, más frontales y más sinceros, no le escapamos a dar opinión sobre los temas.

- ¿Cómo evaluás la gestión municipal sobre el transporte urbano y qué esperan al respecto para lo que resta del año?

- Es una de las áreas que sufrió más crisis durante la pandemia pero de las que más se recuperó post pandemia. No en el tiempo y la velocidad que queríamos, pero estamos tratando de llegar a las unidades y a la frecuencia pre pandemia.

Nosotros tuvimos un año donde el transporte estuvo más parado que en funcionamiento, la gente estuvo encerrada y tuvimos casi tres meses de paro. El transporte se financia con subsidios pero también con el boleto. Parte de ese financiamiento no lo tuvimos y eso lo tuvimos que afrontar un año después de asumir, con una deuda estructural y un déficit impresionante.

Nos costó muchísimo reunir los recursos para un transporte a la altura de los rosarinos. Con las últimas incorporaciones vamos a tener mucha mejor frecuencia que ahora.