El primer ministro italiano Matteo Renzi adelantó que este lunes renunciará a su cargo tras perder por cerca de 15 puntos el referéndum que ayer puso a votación la reforma constitucional que impulsó desde su llegada al cargo en 2014, y aseguró: "la experiencia de mi gobierno termina aquí".

"Venció el no en modo extraordinariamente neto. No pudimos convencer a la mayoría de los italianos. Asumo toda la responsabilidad de la derrota y mañana (por hoy) tras el Consejo de Ministros llevaré mi renuncia. La experiencia de mi gobierno termina aquí", anunció Renzi tras la abultada derrota que sufrió en las urnas, con más de 15 puntos de ventaja a favor del "no" a su reforma constitucional.

Así, el ex alcalde de Florencia ratificó que este lunes presentará su dimisión al presidente Sergio Mattarella, quien, tras decidir si la acepta, podrá designar un gobierno para completar el mandato previsto hasta 2018, convocar a nuevas elecciones o pedirle a Renzi un nuevo intento para formar mayoría en el Parlamento.

"Gracias Agnese (su mujer) por haber soportado el cansancio de estos mil días, a mis hijos y a todos ustedes. Estoy orgulloso de la posibilidad que el Parlamento dio a los italianos de elegir. Me voy sin remordimientos", agradeció el aún secretario general del Partido Democrático, de 41 años. 

Durante un discurso en el que se lo vio emocionado por momentos, agregó: "se puede perder un referéndum pero no se puede perder el buen humor. Yo perdí, en Italia nunca pierde ninguno. pero yo no soy así: perdí. No pude llevarlos a la victoria", expresó en su por ahora último discurso como Presidente del Consejo de Ministros, del que se despedirá esta tarde.

Renzi, que había sido elegido en un acuerdo parlamentario el 22 de febrero de 2014, decidió su paso al costado tras la dura derrota que sufrió en el referéndum que este domingo puso a votación la reforma constitucional que impulsó con la idea de bajar el costo de la política y agilizar el proceso legislativo a través de la reducción de los miembros y de las funciones del Senado.

Tras el anuncio de la derrota, el líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, fue el primer dirigente en pedir "ir a votar lo antes posible, con cualquier ley", en referencia a la necesidad de que se vote una nueva herramienta electoral, ya que la actual, conocida como "Italicum", no contempla la elección de miembros al Senado porque fue aprobada pensando en la ratificación de la reforma rechazada este domingo.

"Somos una alternativa seria y creíble. Tras Renzi hay que votar lo antes posible porque Italia está en una emergencia nacional. Hoy es un día de liberación nacional", agregó el líder anti-inmigración.

El líder del también opositor Movimiento Cinco Estrellas Beppe Grillo también pidió a través de su blog "ir rápido al voto", aunque utilizando el Italicum y la ley denominada Consultellum para elegir los miembros del Senado. "Nuestras propuesta es empezar a trabajar y tener todo listo en una semana. Se debe votar lo antes posible", reforzó el referente de la fuerza que aparece como una de las grandes triunfadoras del referéndum.

Su "número dos", el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Luigi Di Maio, aseguró en tanto que se trató de "la derrota de la arrogancia" y con espíritu de campaña convocó "a todos los italianos, incluso los que han votado sí" de cara a la futura campaña electoral. "Mañana iniciamos el trabajo para crear el programa del futuro gobierno del Cinco Estrellas", agregó.

Durante la campaña, Renzi y la mayor parte de su Partido Democrático sostuvieron el "sí" casi en soledad, para el que tuvieron el respaldo de la Confederación Industrial Italiana; mientras que por el lado del apoyo al "no" se manifestaron desde anti-sistema Cinco Estrellas hasta las fuerzas de derecha Liga Norte, Hermanos de Italia y la Fuerza Italia de Silvio Berlusconi, pese a que el movimiento del ex Premier había apoyado originalmente la reforma.

También desde el Cinco Estrellas, la alcaldesa de Roma Virginia Raggi aseguró vía Twitter que "han triunfado los italianos. Ahora reconstruiremos el país, nuestra revolución no se frena, ni en Roma ni en Italia".