El gobernador Miguel Lifschitz le puso el gancho al decreto para realizar una consulta popular en las elecciones provinciales para que el votante decida voluntariamente si está a favor o en contra de avanzar con una reforma constitucional. 

El gobernador claramente no quiere saber nada con cajonear el proyecto para la reforma y “aprovechando el proceso electoral del año que viene” planteó que el 16 de junio, día de las elecciones generales provinciales donde se elegirán cargos ejecutivos y legislativos, hacer una consulta pública al respecto.

En el texto que firmó el mandatario -y que anunció la semana pasada- se establece que la consulta será de carácter voluntaria y no vinculante, y que las enmiendas se realicen durante el próximo período de gobierno, es decir, hay tiempo hasta 2023.

"Convócase, conjuntamente con la realización de los comicios generales fijados para el día 16 de junio de 2019, al electorado de la provincia a manifestar voluntariamente su opinión no vinculante respecto de la necesidad de reformar la Constitución durante el período de gobierno 2019/2023", establece el decreto. 

La iniciativa de reformar la Carta Magna se llevó buena parte de la agenda política de este 2018. El gobierno socialista apuntó a actualizar el texto que en 1962 tuvo sus últimas modificaciones, y entre las propuestas estaba la de la reelección a gobernador. Con una fuerte oposición, la posibilidad de que Lifschitz accediera a ser candidato nuevamente  se truncó.