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La crisis entre el gobierno español y el de Cataluña parece no tener fin y, al contrario, escala en tensiones. El jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, solicitó este sábado al Senado la facultad para disolver el parlamento catalán y convocar elecciones, así como el cese del presidente catalán, Carles Puigdemont, y todo su gobierno, en el marco de las medidas excepcionales con las que pretende abortar el dramático proceso de secesión emprendido por la región.

"La facultad de disolver el parlamento de Cataluña pasa al presidente del gobierno, que tendrá un plazo de seis meses para convocar elecciones", afirmó Rajoy en conferencia de prensa desde el Palacio de La Moncloa, tras el consejo de ministro extraordinario en el que se concretaron las medidas para intervenir en la norteña región al amparo del artículo 155 de la Constitución española.

El artículo faculta al Ejecutivo a tomar todas las medidas necesarias contra el gobierno de alguna de las regiones autónomas que violara las leyes que rigen su autogobierno o la Constitución. Su aplicación, algo inédito en casi 40 años desde que España recuperara su democracia, debe ser aprobada por mayoría absoluta del Senado. El Partido Popular (PP) de Rajoy tiene precisamente mayoría absoluta en la cámara, y en este asunto contará también con el apoyo de otros grandes partidos, lo que le garantiza su aprobación por amplio margen.

"Mi objetivo es hacerlo tan pronto como se recupere la normalidad", añadió el presidente del gobierno español, quien subrayó que la primera meta de la intervención son las elecciones. La siguiente medida propuesta es el "cese del presidente del presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, del vicepresidente, Oriol Junqueras, y el resto del gobierno regional, prosiguió.

Además, Rajoy afirmó que el Parlamento de Cataluña ejercerá su función, pero la presidenta de la cámara -Carmen Forcadell- no podrá proponer un candidato a la presidencia del gobierno catalán ni celebrar debate o votación de investidura. Tampoco se podrán aprobar iniciativas "contrarias a la Constitución Española", remarcó.

"No se suspende la autonomía", sino que "se cesa a las personas que han puesto a ese gobierno fuera de la ley. No se acaba con el autogobierno", subrayó el líder conservador, antes de recordar que todas las medidas que su gobierno llevará al Senado para su aprobación cuentan con el apoyo del Partido Socialista (PSOE) y de los liberales de Ciudadanos.

Según adelantó el presidente, las distintas funciones del gobierno catalán las desempeñarán los ministerios españoles correspondientes. Entre las medidas aprobadas, el Ejecutivo interviene también los medios de comunicación públicos catalanes, que pasarán a manos de gestores del Estado.